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Reportaje:

Mirada poética, reflexión política

El artista Toni Serra recibe hoy en Colonia el Premio Nam June Paik

Una bolsa de basura se deja llevar por el viento en una polvorienta calle de Tánger, mientras se escuchan melancólicas canciones egipcias (Wahab, 1994); un predicador puertorriqueño brama contra los demonios escondidos en los transeúntes que pasan a su lado en una calle de Brooklyn (Pura Fe, 1991); una conversación tranquila entre el escritor marroquí Mohammed Chukri y el poeta neoyorquino Ira Cohen en el Bar La Poste de Tánger (Perro corazón, 1998-2004); una explicación de George Bush padre sobre el nuevo orden mundial: "Estamos en esta guerra para definir el futuro del mundo en los próximos 100 años" (Next Hundred years, 1991-2004).

La lista de vídeos sería larga y difícil su descripción. Toni Serra (Barcelona, 1960) lleva años trabajando entre la poesía y la política, la creación y la recuperación de imágenes de archivo, la crítica al consumismo occidental y la reivindicación de una sensibilidad espiritual que ve aún viva en el pueblo llano marroquí. Ha sido esta mirada compleja sobre el mundo, crítica y a la vez sensible, la que le ha valido el Premio Nam June Paik (www.namjunepaikaward.de) que le ha concedido la Fundación NRW de Colonia y que esta noche le será entregado en el Museo de Artes Aplicadas de la ciudad alemana, en donde hasta el 12 de noviembre puede verse la exposición con la obra de los ocho artistas internacionales seleccionados.

La noticia del premio, dotado con 25.000 euros, sorprendió a Toni Serra en Duar Msuar, un pueblo en las afueras de Marraquech en donde pasa la mitad del año que no reside en Barcelona. Ya en la ciudad alemana -"25 grados de diferencia; necesito ropa de abrigo"- comenta vía e-mail algunos de los ejes centrales de un trabajo que, además de la faceta de creación personal, incluye también la docencia, la escritura y la co-organización (junto a Joan Leandre y Rosa Llop) de la muestra OVNI (Observatorio de Vídeo no Identificado), que se celebra cada año y medio en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona y que tiene continuidad en un archivo (www.desorg.org).

"Muchas veces se insiste en relacionar el vídeo con las nuevas tecnologías, pero la verdad es que personalmente siempre lo he visto más cercano a la experiencia de la escritura, de la poesía, de la filosofía, a la posibilidad de reflejar o hundirse en micro-realidades, o de crearlas", comenta. "Quizás esto es así porque mis referencias de estudios no vienen de Bellas Artes sino de historia del arte y filosofía, pero en todo caso me ha parecido siempre un útil idóneo para pensar, para mostrar la experiencia vital y las pequeñas comunidades que formamos, las realidades o irrealidades de nuestro mundo".

Si hubiera que hablar de referentes en su trabajo, la lista sería larga, de Guy Debord o Castaneda a Hakim Bey o Ibn Arabi. "Muchas de mis influencias provienen de autores ajenos al vídeo, pero que en cambio me han permitido ahondar en este lenguaje", indica. "Respecto a Nam June Paik, coincidí con él en una presentación en el Anthologic Film Archives de Nueva York en 1991 y lo que más me sorprendió y agradó fue, al menos en aquella ocasión, su carácter iconoclasta, pues aquella presentación derivó en una especie de delirio. De su obra recuerdo con mucho interés sus primeras instalaciones y vídeos, como Videotape study numer 5, y otros", añade.

Además de un interés constante en toda su obra por el collage con el que mezcla y da nuevas intencionalidades a la constante investigación en archivos de imágenes -lo que algunos denominan arqueología mediática-, en su trabajo de creación hay dos geografías que se contrastan y complementan: Estados Unidos y Marruecos. Dos países en los que, en diferentes momentos, ha residido. "El tiempo que viví en Nueva York, en un barrio puertorriqueño de Brooklyn, me permitió acceder a varias realidades simultáneas. De un lado, fui espectador mudo y minúsculo del gran espectáculo del poder económico, mediático, tecnológico..., de otro, callejeador activo de barrios y zonas olvidadas, pero paradójicamente llenas de vida, con la sorpresa de descubrir en estas avenidas desérticas un vacío que llenaba", explica. "Ahora mismo estoy acabando de editar un vídeo que se llama Los Sures y que muestra estos contrastes en el barrio en el que viví, y en el que en cierta manera sigo viviendo, porque el verdadero viaje es interior".

Pero si Nueva York fue determinante en su interés por la creación y el vídeo, y Barcelona le ha servido como laboratorio, escaparate y mesa de discusión de sus reflexiones, en Marruecos ha encontrado otro imaginario "Vivir en la medina antigua de ciudades como Marraquech o Fez, o en pequeños pueblos, y sobre todo el interés por la cultura popular islámica y sus raíces sufíes ayuda, por supuesto, a ver desde fuera nuestra cultura, pero también a reconocernos en ese supuesto 'otro', a descubrir desgraciadamente el aspecto totalitario y aún colonial de la política exterior de las antes llamadas potencias occidentales y, sobre todo, a derrumbar la visión paranoica de los medios de comunicación. Esa realidad compacta y homogénea del mundo no existe. Esa forma única de entender la libertad, el progreso y la economía es el resultado de una imposición. Pese a descubrir realidades llenas de problemas y apuros, incluso de lacras, en muchas cosas se muestran a menudo libres de la uniformización del pensamiento y los deseos y mucho más tendentes a celebrar la vida, y el aquí y ahora Es algo que lógicamente tiene que ver más con la realidad popular que con los Gobiernos, se da al margen de ellos, pero ver esto, o vivirlo, representa una apertura tremenda que nos muestra el espectro de libertades de la sociedad de consumo como una parodia, una apertura que libera además del cansino masoquismo intelectual y que nos sugiere una crítica radical a los valores que imperan en el capitalismo global"."Más que a las nuevas tecnologías, veo el vídeo cercano a la escritura, la poesía o la filosofía"

Babelia

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