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Reportaje:Elecciones legislativas en EE UU

Más moral que un republicano

A diferencia de 2004, los valores religiosos han salido esta vez de la agenda electoral. Ocho Estados votan sobre el matrimonio gay

Yolanda Monge

Un juez de Nueva Jersey le ha servido en bandeja un regalo a la Casa Blanca. "Si son lo suficientemente listos como para utilizarlo...", matiza Gary Bauer, presidente del grupo conservador American Values. Los republicanos suspiraban por una vuelta al esquema de 2004, cuando los valores jugaron un importante papel en las elecciones presidenciales. Los comicios del próximo martes están dominados por Irak, corrupción y escándalos sexuales en Washington. Ni rastro de cuestiones morales. Hasta la llamada de atención de Nueva Jersey, en la que llegó el déjà vu. Su más alto tribunal ha otorgado a las parejas del mismo sexo los mismos derechos que tienen los heterosexuales casados, aunque ha dejado en manos de los legisladores estatales decidir si estas uniones pueden llamarse matrimonios.

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El presidente George W. Bush reaccionó con rapidez y exaltó en un mitin en Iowa "la sagrada institución" del matrimonio heterosexual, a la vez que puso el grito en el cielo por lo que consideró "otra interferencia más de un juzgado activista". La electricidad se reactivó en un tema oscurecido. Bush y los estrategas republicanos intentan desde entonces reanimar a lo largo y ancho de la nación a una deprimida base electoral y empujarla a dirigirse a las urnas el martes para evitar que se socave un valor tan tradicional como es el contrato conyugal. Y están poniendo el acento en los ocho Estados en los que, además de senadores, congresistas y gobernadores, se votan otros asuntos, entre ellos, una proposición para que se prohíba la posibilidad del matrimonio entre personas del mismo sexo.

A enero de 2006, 45 Estados disponían de algún tipo de enmienda, estatuto o ley que prohíbe el matrimonio gay (la de Nueva York es de los años veinte). En los dos últimos años, los conservadores han propuesto leyes que lo imposibilitan en 16 Estados y ganado ocho batallas en los tribunales, según Tony Perkins, presidente de Family Research Council. La base estaba satisfecha con estos números, pero lo sucedido en Nueva Jersey ha abierto de nuevo las barricadas. A tres días de las elecciones, los estrategas republicanos creen que la vuelta a los valores con el ataque a los liberales por el controvertido tema del matrimonio homosexual puede marcar la diferencia entre ganar y perder, sobre todo en las carreras más ajustadas, como la de Virginia, donde se vota a favor de condenar esa práctica.

Los defensores de los derechos de los gays creen que los paladines de la "sagrada institución" del matrimonio van a ganar muy pocas, o ninguna, de las ocho consultas en los ocho Estados (Tennessee, Colorado, Arizona, Idaho, Carolina del Sur, Dakota del Sur, Wisconsin y Virginia). "Preocupan otras cosas en estos días, se buscan respuestas de verdad a problemas de verdad, como la guerra de Irak", responden desde Human Rights Campaign.

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Pero los márgenes son muy estrechos. Al menos media docena de Estados están en empate técnico a día de hoy en los sondeos sobre sus escaños para el senado. El voto de una sola persona puede contar. Y mientras que los demócratas insisten en Irak, la corrupción y los escándalos, los republicanos han puesto la ideología de los valores a trabajar. Nueva Jersey es una más que buena razón para que sus votantes les envíen a sentarse y luchar en el Capitolio de Washington el próximo día 7. "Los matrimonios gays son una cuña muy importante para introducir dentro de un debate entre dos candidatos en una localidad donde los porcentajes de voto están casi parejos", declara el grupo católico Fidelis.

No menos concienciados de que se encuentran ante un momento importante están los conservadores de Dakota del Sur, quienes el martes deberán decidir si prohíben el aborto en todos los supuestos excepto si corre riesgo la vida de la madre, apuntándose así el tanto de ser uno de los Estados con una de las legislaciones más restrictivas de todo el país respecto a la interrupción del embarazo. Los grupos provida ven en la iniciativa de Dakota del Sur la base de lanzamiento para una campaña cuyo fin último es destronar Roe versus Wade, la ley de 1973 del Tribunal Supremo de EE UU que garantiza el derecho de las mujeres a poner fin a un embarazo no deseado.

Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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