"El primer consejero ha de corresponder a la segunda fuerza del Gobierno"

Josep Lluís Carod, el líder de Esquerra Republicana (ERC), se siente reforzado tras las elecciones del miércoles. Los 21 escaños obtenidos el 1-N tienen "mucho más mérito" que los 23 de 2003, dijo ayer después de que la comisión ejecutiva del partido analizara los resultados electorales. Sobre todo, añadió, teniendo en cuenta que ERC ha debido hacer frente a un persistente intento de "criminalización" y que él ha sido objeto de un "linchamiento personal" desde enero de 2004. En consecuencia, Esquerra interpreta su 14,06% de votos como "una segunda oportunidad" y aspira a entrar en el próximo Gobierno catalán, ya sea con CiU o con los otros dos partidos de la izquierda, PSC e Iniciativa Verds-Esquerra Unida. En cualquiera de los dos casos, afirmó Carod, "es evidente que el primer consejero ha de corresponder a la segunda fuerza del Gobierno". Es decir, a él, como en el primer Ejecutivo formado con Pasqual Maragall en 2003. Ya antes de las elecciones, el líder independentista se cuidó de precisar en entrevistas y discursos que en su condición de cabeza de cartel electoral le correspondería ocupar el cargo de mayor rango que ERC alcanzara en el futuro Gobierno.

A pesar de que en privado muchos dirigentes de ERC reconocen que preferirían formar una alianza de izquierdas, la comisión ejecutiva decidió ayer "no cerrar la puerta" a ninguna de las posibles combinaciones de Gobierno. Carod explicó que el miércoles por la noche había establecido contacto con Artur Mas (CiU), José Montilla (PSC) y Joan Saura (ICV) para expresarles su disposición a negociar acuerdos. "A CiU le corresponde abrir el baile", dijo el líder republicano. Artur Mas le anunció que primero quería hablar con Montilla y que no tenía previsto entrevistarse con él "hasta principios de la semana próxima". Pero Carod apuntó una aclaración: "Eso no impide que yo hable antes con Montilla y Saura".

La dirección de ERC designó una comisión negociadora de 11 miembros, encabezada por Carod y en la que están todos los principales dirigentes, incluido el secretario general, Joan Puigcercós. El temor de ERC es que el PSOE imponga al PSC un acuerdo con CiU. Por eso Carod puso ayer como condición imprescindible para ERC que el futuro Gobierno "se decida en Cataluña".