Asedio a un delincuente en Motril
La policía detiene a un sospechoso de disparar a su compañera que se atrincheró en una casa durante 18 horas
Tras casi dieciocho horas atrincherado en una vivienda de Castell de Ferro (Granada), Francisco Antonio M.M., de 47 años y natural de Almuñécar, fue reducido ayer en una espectacular intervención del Grupo de Operaciones Especiales de la Policía.
Francisco Antonio M.M. estaba siendo buscado desde el pasado día 17 cuando hirió de un disparo en un brazo a su ex compañera sentimental. Los hechos se produjeron en Motril, localidad en la que reside el detenido, que nada más salir de prisión decidió hacer una visita a su ex pareja, que había comenzado una nueva relación con otro hombre. Al llegar a la vivienda, Francisco Antonio encontró a la nueva pareja y empuñó un revólver, con el que hirió en un brazo a la mujer, que salvó la vida de su nueva pareja al interponerse entre él y el detenido, al que se acusa de un delito de homicidio en grado de tentativa y que ayer mismo declaró ante un juez en funciones de guardia.
Tras el disparo, Francisco Antonio M.M. huyó del lugar sin dejar rastro, hasta que el pasado lunes en torno a las 12.30 la policía lo localizó en el barrio de El Romeral de Castell de Ferro. Al percatarse de que había sido localizado, el detenido, que se encontraba armado, decidió atrincherarse en la vivienda. La policía, que había acordonado los alrededores de la casa, propiedad de un amigo del detenido, solicitó refuerzos a la comisaría de la Policía Nacional de Motril, que desplazó hasta la zona a buena parte de sus efectivos mientras la Guardia Civil desplegó un dispositivo de emergencia. También los servicios sanitarios se encontraban alertados en previsión de que el hombre atrincherado pudiera herir a alguien o a él mismo. Según informó el subdelegado del Gobierno en Granada, Antonio Cruz, "en primer lugar la policía trató de hablar con él y llegar a un acuerdo para tratar de evitar males mayores". Con ese fin, a lo largo del día, la policía fue localizando a diferentes personas que podían convencer a Francisco Antonio para que se entregase. Tanto un agente especializado en estos casos como la mujer a la que disparó hicieron "todo lo posible" para evitar que la policía tuviera que asaltar la vivienda. Tras los primeros contactos, la respuesta del hombre atrincherado fueron varios disparos al aire, que, en palabras de uno de los vecinos, "llenaron el barrio de nerviosismo". Por este motivo, y para proteger a los vecinos, la policía recomendó a quienes vivían en las proximidades de la casa que permanecieran en sus viviendas y que, en el caso de tener que salir, se alejaran del lugar acordonado.
Pese a que las primeras conversaciones no habían logrado que la situación mejorara, se produjeron nuevos intentos a los que Francisco Antonio contestó de manera rotunda, sólo saldría de allí "con los pies por delante". Ante el temor de que el hombre, visiblemente alterado y bajo el efecto de sustancias estupefacientes, se suicidase, las fuerzas de seguridad decidieron poner el caso en manos del grupo de operaciones especiales, que en torno a las 6.15 de la mañana de ayer entraron en la vivienda tras disparar a la cerradura y golpear la puerta con un mazo. Una vez dentro de la casa, los agentes lanzaron gases lacrimógenos. Pese a la contundencia de la actuación policial, hasta treinta policías intervinieron en la operación, Francisco Antonio trató de oponer resistencia, llegando a disparar hasta en tres ocasiones contra los agentes, aunque nadie resultó herido.
Una vez detenido, Francisco Antonio M.M. fue trasladado al hospital de Santa Ana de Motril para someterse a un reconocimiento médico porque había consumido sustancias estupefacientes en una cantidad que "podía resultar peligrosa para su integridad", señalaron fuentes policiales. Una vez su salud no corría peligro, el detenido fue trasladado a la comisaría de Motril y puesto a disposición judicial.
Vecinos del barrio en el que habitualmente reside Francisco Antonio, confirmaron ayer que el detenido es "una persona conflictiva" adicto a diferentes drogas. Nadie pareció sorprenderse por la reacción del detenido, que tras disparar a su compañera sentimental, "no pensaba dejar que le cogieran porque le había cogido mucho miedo a la cárcel". Aunque no lo pensara, Francisco Antonio ya había sido detenido en varias ocasiones y estaba considerado como un delincuente "habitual y peligroso" por la policía.
En palabras de Antonio Cruz, las dieciocho horas que trascurrieron desde la localización del detenido fueron angustiosas aunque "la policía nunca perdió el control de la situación. En un primer lugar se le detectó, se le trató de convencer de que dejara el arma y afortunadamente fue detenido y puesto a disposición judicial" en lo que calificó como una "importante" y "exitosa" operación policial.
El titular del Juzgado de Instrucción 4 de Motril, que estaba ayer de guardia y que iba a tomar declaración al detenido, se inhibió en favor del 5, que instruyó el otro caso en el que supuestamente está implicado y en el que resultó herida una mujer.
Francisco Antonio M. M. estaba siendo trasladado al Juzgado número 4 cuando se recibió la notificación del juez, por lo que fue devuelto a la Comisaría de Motril a la espera de que mañana le tome declaración el titular del Juzgado de Instrucción número 5, según informaron a Efe fuentes judiciales.
La inhibición se debe a que el titular del Juzgado número 5 instruyó las diligencias del caso en el que Francisco está considerado presunto autor de un disparo por el que el pasado 17 de octubre resultó herida en el brazo izquierdo una mujer, con la que había mantenido una relación sentimental, y que se interpuso en la trayectoria de la bala, dirigida a su marido y excarcelado ese mismo día.
Francisco M.M., a quien se le pueden imputar los delitos de tenencia ilícita de armas, resistencia a la autoridad y homicidio en grado de tentativa, se negó a prestar declaración en la Comisaría de Motril.
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