Demagogia sobre los campos de golf

Es conveniente tener un conocimiento de las cosas para poder hablar con fundamento y no hacer demagogia. Es lo que ocurre cuando algunos seudoecologistas cuestionan los campos de golf por el gran consumo de agua que requieren ante la sequía que padecemos. Y que conste que ni juego al golf ni tengo relación directa ni indirecta con este deporte o los campos en los que se practica.

Casi todos los campos de golf utilizan para el riego aguas residuales recicladas que difícilmente pueden tener otro uso. Por otro lado, un campo de golf puede ser considerado también como una actividad agraria, en cuanto que produce hierba en cantidades considerables, con la particularidad de que, a igual superficie, es mucho más rentable y ocupa más mano de obra que la mayoría de cultivos.

Por ello bien puede hablarse de "cultivar campos de golf". Y desde el punto de vista ecológico, dada la cantidad de biomasa que se genera, es muy elevada su actividad fotosintética, con la correspondiente absorción de CO2 y devolución de oxígeno a la atmósfera.

Otro tema son las urbanizaciones que se construyen alrededor de esos campos, que sí serían cuestionables, pero no más que las megaurbanizaciones que continúan haciéndose en las zonas costeras y del interior de España.