"Me da igual quién gane"
Rosa Novell, barcelonesa de 56 años, actriz y directora de teatro, es uno de los personajes más conocidos de la escena catalana. Novell, que ha sido en los escenarios Fedra, Cleopatra y Molly Bloom, y cuya pareja en la vida real es el escritor Eduardo Mendoza, afirma sentirse muy decepcionada de la política pero no por ello dejará, dice, de votar.
Pregunta. ¿Cómo ve las elecciones?
Respuesta. Pesadas, demasiado pesadas. Nadie habla de lo que se tiene que hablar.
P. ¿Quién cree que ganará?
R. No lo sé. Me da igual.
P. Esto ya contesta la siguiente pregunta, ¿quién le gustaría que ganara?
R. Yo era muy feliz pensando que podía existir un Gobierno de izquierdas. Después de estos dos años y medio, en estos momentos no estoy muy animada.
P. Si hay pactos poselectorales, ¿Por cuál se inclinaría?
R. Lo único que puedo decir es que en estos momentos todavía me siento sin ningún tipo de interés por las elecciones. Estoy muy decepcionada, estoy distanciada, fría. Es como si la gente fuera por un lado y los políticos por otro. Creo que los políticos deberían aprender a escucharnos a nosotros, y no tener esta prepotencia de que todo el mundo debe escucharles a ellos. Sobre todo cuando no dicen nada.
P. ¿Cuál sería la primera medida que adoptaría si estuviera en el próximo Gobierno?
R. Seguramente, la educación, con mucha seriedad. En estos últimos dos años y medio se ha intentado hacer muchas cosas, y se han hecho, mucho más que en años anteriores, pero sería una pena que todo lo que ha intentado hacer y ha hecho el Gobierno tripartito de repente ahora quedara a medias. Y una de las cosas importantes, siempre y en todas partes, es la educación.
P. ¿Cuáles son, a su juicio, los dos principales problemas que tiene Cataluña?
R. Un poco en broma y un poco en serio, si debo ser sincera, uno de los problemas más graves y que más me indigna es no tener AVE. No sé quién tiene la culpa, pero me parece una falta de respeto hacia la gente que vivimos aquí. No soy de las que piensan que la culpa la tiene Madrid, creo que la culpa la tenemos todos porque aquí también nos demoramos mucho a la hora de tomar decisiones sobre este asunto. Es algo horroroso, ¿no entienden que si no hay comunicación entre los pueblos, las ciudades, entre la Península, cada vez estamos más aislados? ¿No se entiende que viajar y comunicarse es la cosa más fantástica y que resuelve muchos problemas? Esto me tiene furiosa.
P. ¿Otro asunto que la preocupe?
R. Seguramente, en el ámbito de la educación, el problema de la integración de los inmigrantes dentro de la escuela pública (donde va la mayoría) y la concertada. No sé si supone un problema, pero tal vez puede haberlo. Debemos estar muy pendientes para que los que llegan no queden marginados y los demás no frenen su aprendizaje natural.
P. ¿Y los precios? ¿La vivienda?
R. También me preocupa el precio de las cosas, que todo sea tan caro. En cambio, no me preocupa la vivienda porque siempre he considerado que era muy cara. Cuando yo era joven también lo era, tenía que convivir y repartir el piso con más gente. Tardé muchísimo tiempo en poder comprar mi piso, que todavía pago. Nunca he tenido una plaza de aparcamiento, sólo desde hace poco, y es de alquiler. Y veo que ahora todo el mundo lo quiere tener todo a la vez.
P. ¿Cree que se peca de impaciencia?
R. Cuesta mucho dinero si quieres hacerlo todo a la vez y desde muy joven. La gente de teatro, incluso ahora, como no tenemos contrato, no podemos comprar a plazos ni siquiera una lavadora. Y nunca nos hemos quejado, hemos sobrevivido, y todos tenemos lavadora y nevera. Todo el mundo sabe que hay profesiones de alto riesgo, que te compensan otras cosas, y que en otros momentos de la vida uno debe esperar el momento y la coyuntura determinada. Un poco de paciencia.
P. ¿Piensa votar?
R. Sí, votaré.
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