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Reportaje:

Un obrero desconocido con una camiseta conocida

El trabajador que murió en la A-2 llevaba puesto en su ropa el nombre de la empresa que no se responsabiliza de su muerte

Victor Guilov, de 22 años, el obrero búlgaro muerto en un accidente laboral el lunes pasado y del que ninguna empresa se responsabiliza, llevaba puesta en el momento de su muerte una camiseta con el lema de una empresa que se dedica a poner carteles: "Belle Publicidad".

Con esta camiseta, Victor se subió el lunes pasado, bajo la intensa lluvia, a un cartel publicitario en un descampado del kilómetro 13 de la carretera de Barcelona (A-2) a tres metros de altura. Y con esta camiseta de Belle Publicidad Victor recibió una descarga eléctrica en pleno aguacero, al rozar un cable del tendido eléctrico, que le mató en el acto.

Aun así, los otros tres trabajadores de la empresa Belle Publicidad que en el momento del accidente estaban con la víctima, todos búlgaros, aseguran que no conocen de nada al muerto. Los tres han contado a los técnicos de la Consejería de Empleo que fueron ellos los que colocaron el cartel publicitario; que se alejaron para hacer una fotografía del mismo y tener así la prueba de que habían hecho bien su trabajo y que, cuando se acercaron de nuevo al cartel, vieron en el suelo una persona muerta. Un cadáver desconocido que llevaba puesta la camiseta de la empresa para la que ellos también trabajan.

El sindicato CC OO ha calificado lo ocurrido en este accidente laboral de "gravísimo e inadmisible" y ha denunciado tanto a la empresa Belle Publicidad como a Espacio de Publicidad Exterior por la muerte del trabajador búlgaro. Esta última, que se dedica a gestionar anuncios en espacios exteriores, había subcontratado los servicios de Belle Publicidad para colocar los carteles.

La empresa Espacio de Publicidad Exterior, tiene sede en la calle del Pensamiento de Madrid, según la denuncia de CC OO. El dueño de Belle Publicidad es un búlgaro, Dragomiz M. T., que tiene a su cargo a otros tres trabajadores búlgaros, además del fallecido. Este periódico intentó, sin éxito, recabar la opinión de las dos empresas implicadas.

Tras el siniestro, ninguna de estas dos empresas quiso responsabilizarse de la muerte del obrero y su cadáver permaneció 28 horas en el Instituto Anatómico Forense sin identificar. Las empresas están obligadas a presentar, cuando hay un accidente laboral, un parte ante el Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo, y ninguna de las dos lo ha hecho, según fuentes sindicales.

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Como nadie se hacía cargo del cadáver, la policía tuvo que recurrir a la huella digital para ponerle por fin nombres y apellidos al hombre: Victor Guilov, de 22 años. El joven muerto estaba además sin contrato, ni alta en la Seguridad Social, ni papeles de residencia, según el sindicato.

La policía judicial se ha hecho cargo de las investigaciones y no se descartan detenciones en los próximos días. "Se ha incumplido la normativa laboral y se ha atentado a los derechos más fundamentales de las personas con el posible abandono y omisión de socorro al trabajador accidentado", señalan desde el sindicato.

El cadáver de Victor Guilov sigue en el Instituto Anatómico Forense, donde ha sido identificado por Ivanka Stankova, su novia. Ivanka le ha reconocido pero no ha reclamado su cadáver, según fuentes de la investigación.

En la Embajada de Bulgaria ayer no tenían ninguna notificación oficial para repatriar el cuerpo a territorio búlgaro.

"En esta muerte concurren todos los agravantes de la siniestralidad laboral, añadido al lamentable hecho de que ha muerto una persona trabajando sin que nadie reconozca ya la responsabilidad por la muerte, sino tan siquiera su existencia. Ha muerto un joven trabajador y nadie sabe quién es", concluyó Carmelo Plaza.

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