El Prat adapta sus rutas de aterrizaje y despegue para evitar ruidos sobre Castelldefels y Gavà

El aeropuerto de El Prat modificará hoy las rutas de aterrizaje y despegue para evitar que, en lo posible, los aviones sobrevuelen zonas habitadas de Gavà y Castelldefels. La entrada en funcionamiento de la tercera pista en septiembre de 2004 supuso un cambio en el funcionamiento del aeropuerto que se tradujo en un mayor impacto acústico sobre estas poblaciones, cuyos vecinos se han movilizado desde entonces.

A raíz de las protestas, la Comisión de Seguimiento Ambiental, integrada por la Generalitat, el ministerio y los ayuntamientos, aprobó el cambio en la configuración que hoy se aplica: las aeronaves, que hasta ayer despegaban por la pista principal y cruzaban estos municipios, saldrán por la tercera pista y realizarán un giro inmediato de 60 grados hacia el mar. La aproximación a El Prat seguirá efectuándose por la Zona Franca; pero en lugar de aterrizar en la tercera pista, se tomará tierra en la principal.

AENA ha invertido 12,7 millones de euros en la construcción de un desvío que permite que a partir de hoy los aviones despeguen por la tercera pista. Las obras permiten que las aeronaves se dirijan a la cabecera de la tercera pista por una nueva calle de rodadura sin interrumpir el resto de las operaciones.

Sin embargo, un 5% de los despegues, los correspondientes a aviones más pesados, continuarán llevándose a cabo por la pista principal porque la tercera es demasiado corta. En caso de condiciones meteorológicas adversas, algo que ocurre una media de 55 días al año, las rutas se modificarán de forma que también se aterrice sobrevolando Castelldefels, algo que continúa provocando malestar entre los vecinos y el Ayuntamiento de esta población.

La solución pactada estará vigente hasta 2008, cuando entre en servicio la nueva terminal. AENA aún no ha determinado qué rutas se utilizarán entonces. Los vecinos y los ayuntamientos de Castelldefels y Gavà han mostrado su preocupación ante la falta de garantías de que se respeten en el futuro los núcleos habitados.