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TEATRO

Se estrena un montaje sobre una pareja de hombres 30 años después de su censura

Daniel Verdú

A finales de los sesenta, el director teatral José Tamayo y los actores Fernando Rey y Paco Rabal trataron de representar en España La escalera, una obra de Charles Dyer que retrataba la relación homosexual entre dos hombres enfrentados por el acoso judicial. La censura hizo lo que solía e impidió que jamás se llegara a alzar el telón. La obra original se había estrenado en 1966 en la Royal Shakespeare Company, y no tardó en atravesar el Atlántico para llegar a Broadway. Años más tarde, Stanley Donen la adaptó al celuloide en un filme protagonizado por Rex Harrison y Richard Burton. Al contrario de lo que suele pasar con los relatos de ficción, se transformó finalmente en una novela.

Hoy, 30 años después de su prohibición en España, se estrena La escalera. La obra la dirige Ángel Fernández Montesinos y la protagonizan José Luis Pellicena y Julio Gavilanes. Traducción y adaptación han corrido a cargo de Pedro Manuel Víllora. "En los sesenta, lo llamativo de esta obra era el factor homosexual. Las circunstancias sociales y políticas de hoy han permitido centrarla más en las cuestiones del enfrentamiento entre los dos protagonistas, en los terrenos más porosos comunes a todos los humanos", dice Víllora.

El montaje relata la historia de una pareja homosexual acosada por los problemas judiciales que les acarrea una demanda por escándalo público. El puritanismo y la intolerancia de la época harán que la pareja se vea finalmente envuelta en una vorágine de discusiones y reproches mutuos que harán peligrar una relación de 20 años.

A pesar de haber podido ampliar el espectro de incidencia en las claves de esa relación, Víllora ha querido mantener el Londres de 1966 como contexto de la trama: "Las cosas han cambiado mucho, pero debe recordarse que no ha sido una conquista de tiempos inmemoriables". Esta adaptación empezó a representarse en algunas provincias en 2003, pero por problemas de salud de uno de sus componentes quedó interrumpida. A partir de hoy podrá verse en el teatro Muñoz Seca de Madrid.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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