Schumacher se 'rompe'
El alemán no logra concluir la primera vuelta de la última sesión clasificatoria y saldrá el décimo, mientras Alonso lo hará el cuarto
Un gran golpe de teatro se produjo ayer en la última tanda de la clasificación del Gran Premio de Brasil, que hoy se disputará en el circuito de Interlagos. Michael Schumacher se quedó anclado en la décima posición después de que su Ferrari sufriera un problema aparentemente electrónico que impedía que la bomba de gasolina actuara con normalidad. Fernando Alonso fue cuarto y saldrá en la segunda fila. "El flujo de gasolina no tenía suficiente presión", dijo una fuente del equipo italiano, "pero no sabemos con exactitud si el problema es electrónico o mecánico".
La cuestión fue que Schumacher no consiguió dar ni siquiera una vuelta en la última sesión después de haber marcado el mejor tiempo en la segunda (1m 10,313s), que fue asimismo el mejor crono de todo el fin de semana. Esta circunstancia y el hecho de que su compañero, Felipe Massa, lograra la pole position, bajando de 1m 11s demuestra que los bólidos rojos y los neumáticos Bridgestone fueron los que mejor trabajaron para la última cita del Campeonato del Mundo de Fórmula 1. Pero es evidente que tener al alemán en la décima posición -tres filas más atrás- es una gran inyección de moral para Alonso, que ve todavía mucho más cerca la renovación del título que ya ganó el curso pasado, cuando se convirtió en el campeón más joven de la historia con 24 años.
"Es una buena noticia", dijo Flavio Briatore, el director del equipo Renault, tras conocer los problemas que había tenido Schumacher. "Aún no sabemos qué le ha ocurrido, pero es positivo para nosotros que salga por detrás de Fernando. Sin embargo, no podemos bajar la guardia. Seguiremos estando preparados", afirmó. Todas las esperanzas de Ferrari se vinieron abajo en un abrir y cerrar de ojos. Nadie en el equipo se explicaba qué había podido ocurrir, pero todos sabían ya que la carrera de Brasil les va a resultar mucho más difícil y que su objetivo de hacer un doblete se ha convertido en algo prácticamente inasumible.
"La misión es aún más complicada", reconoció el propio Schumacher, "pero haré todo lo que pueda para ganar esta carrera tan importante para mí". Brasil pondrá hoy punto final a la trayectoria del alemán en la F-1. A sus 37 años, Schumi ha ganado siete títulos y encabeza la casi totalidad de los libros de récords de la máxima disciplina del automovilismo mundial. Aspiraba a poner el broche a su trayectoria al menos con una victoria, ya que el título prácticamente se le escapó en el penúltimo gran premio, el de Japón, cuando rompió el motor de su Ferrari siendo líder.
La última carrera parece la más abierta. Con Schumacher en la décima posición de la parrilla y con Alonso jugándose el título y obligado a ser conservador, parece un buen momento para que Massa repita el triunfo que ya consiguió este mismo año en Turquía. Brasil podría suponer también la reivindicación de Kimi Raikkonen en su última participación con McLaren Mercedes: el finlandés no ha logrado aún ningún triunfo esta temporada, una mala racha que la escudería británica no vivía desde 1996.
Alonso se mostró satisfecho y afirmó que su objetivo es concluir en el podio. Tampoco escondió su satisfacción por la situación que le ha dejado la composición de la parrilla. "El coche funciona muy bien. Espero que no surjan problemas", aseveró el español, que reconoció que la situación "es la soñada": "Esta noche dormiré más tranquilo. Todo nos está saliendo de cara". Su segundo título parece más cerca que nunca. Schumacher sólo puede ser campeón si gana. Si Alonso logra un punto lo ganará de cualquier forma.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.