La 'cons-rrupción'

Leyendo sobre los últimos pelotazos inmobiliarios que participados o diseñados por administraciones públicas de Castilla y León (CyL) atentan contra los parajes naturales de esa región, uno no puede dejar de preguntarse: ¿en manos de quién estamos? Es evidente que en la Junta de CyL no se tiene inconveniente en crear ciudades surgidas de la nada en zonas de bosque o pinar de gran valor ecológico que disten menos de 120 kilómetros de Madrid. Hecho que contrasta con los cientos de núcleos rurales esparcidos por CyL que se despueblan desde hace décadas. En el último año y medio, hemos sabido de proyectos como la Ciudad del Golf, de la Ciencia, la estación de esquí en hábitat de osos pardos, multiplicar por 5.000 la población de Villanueva de Gómez, la extensión en CyL del futuro Parque Natural de Guadarrama, etcétera que son indicativas de: primero, cinismo y desvergüenza por parte de la Junta al vender como "progreso" lo que es simplemente destrucción. ¿Cómo si no denominar a una ordenación del territorio agresiva, insostenible y caótica en beneficio de unos pocos?

Segundo, frivolidad al permitir urbanizar sin contar con servicios tan básicos como el abastecimiento de agua. Tercero, desprecio por el patrimonio natural e incumplimiento de la normativa europea al respecto (Red Natura, Red ZEPA). El águila imperial o la cigüeña negra son tan patrimonio de la humanidad como la muralla de Ávila o el acueducto de Segovia y sin embargo en esta comunidad no cuentan con el mismo grado de protección. El hecho de que el hábitat de estas dos especies en peligro de extinción se encuentre predominantemente en España nos hace a los españoles, y especialmente a sus gobernantes, responsables de su supervivencia. La Constitución en su artículo 45 establece que "los poderes públicos velarán por el uso racional de los recursos naturales" a fin de preservar y mejorar el medio ambiente. Sin embargo, en CyL encontramos políticas que alteran gravemente los ecosistemas. Desarrollo sí, pero sostenible, ordenado, racional y en beneficio de todos.