Un techo para los refugiados del puente

Cuando hace un año saltó la polémica sobre las condiciones de vida del colectivo de inmigrantes que duerme bajo los puentes del antiguo cauce del río Turia en Valencia -algunos incluso fueron multados con 30 euros por la Policía Local por "ensuciar la vía pública depositando cartones y enseres"- la Consejería de Bienestar Social pidió colaboración a la Unió de Llauradors. El paso cuajó ayer con la instalación del primer grupo de inmigrantes en alojamientos colectivos de Torrent durante los cinco meses próximos de campaña citrícola. La iniciativa beneficiará a 72 inmigrantes.

72 inmigrantes que trabajan en la campaña citrícola se alojarán en módulos prefabricados

La iniciativa no soluciona un problema de mayores dimensiones, admite Pepe Castro, responsable de servicios de la Unió de Llauradors. Pero, sin duda, ayuda. El primer paso de esta iniciativa fue una llamada de la Consejería de Bienestar Social. El segundo, una visita al viejo cauce del Turia para hablar con los inmigrantes. La Unió de Llauradors detectó entonces que algunos de estos inmigrantes trabajaban para diversos empresarios del sector citrícola a través de una Empresa de Trabajo Temporal (ETT). Y se puso en contacto con esta empresa de colocación.

Con esta iniciativa se demuestra que "se pueden hacer las cosas de otra manera", explica Pepe Castro. Los 72 inmigrantes -la mayor parte de ellos originarios de Malí y Senegal- empezaron ayer a instalarse en los módulos prefabricados que el Ayuntamiento de Torrent ha instalado en el polígono industrial Mas del Jutge. Son 25 módulos, 12 de los cuales están acondicionados como habitaciones y los restantes son cocinas, duchas y aseos o una lavandería. Ayer empezó a instalarse el primer grupo de alrededor de 20 trabajadores inmigrantes.

La iniciativa cuenta también con la implicación de la Fundación Llauradors Solidaris, de la Unió de Llauradors, que ha previsto cursos de idiomas para el colectivo, de riesgos laborales, así como distintas actividades lúdicas. La Consejería de Bienestar Social se encarga del alquiler de los módulos y el Ayuntamiento de Torrent, del suministro de agua y luz y del resto de infraestructuras necesarias para hacer habitable la parcela.

La Unió de Llauradors ha aplicado a la iniciativa que ayer arrancó en Torrent el modelo que ya ha practicado en otras zonas agrícolas de la Comunidad Valenciana. La organización ha orquestado contrataciones de trabajadores en origen en Utiel-Requena, Godelleta, Villar del Arzobispo o Callosa d'En Sarrià, por citar sólo algunas zonas agrarias. Pero la experiencia que ayer arrancó en Torrent es "piloto" por diversas razones. Al hecho de que buena parte de los trabajadores que van a vivir bajo un techo evitarán así estar bajo el río se une que la iniciativa se prolongará durante un periodo más largo del que hasta ahora ha sido habitual, dado que la campaña citrícola es más larga, por ejemplo, que el mes y medio que dura la vendimia en las comarcas vitivinícolas de la Comunidad Valenciana.

La iniciativa no ha estado exenta de polémica. Empresarios de esta localidad de l'Horta Sud -en concreto el Club de Gerentes de Torrent que gestiona el polígono de Mas del Jutge- protestaron por considerar los módulos prefabricados una especie de gueto. El Partido Popular de esta localidad del cinturón rojo de la ciudad de Valencia también criticó la decisión.

El responsable de la Unió de Llauradors insiste en considerar la experiencia como un botón de muestra para futuras iniciativas. La organización agraria apuesta por extender estas actuaciones y subraya la importancia de que la administración autonómica las respalde y de que las distintas administraciones locales apuesten también por ellas, ya que, como al igual que ha ocurrido en Torrent, suelen despertar algunos recelos y reticencias.