La banalización de la pobreza
En el centenario del nacimiento de la pensadora Hannah Arendt, su concepto de "banalidad del mal" está plenamente vigente en nuestra sociedad global, ampliándose su noción original y alcanzando nuevos significados en el caso de la pobreza y la exclusión social.
El psicoanalista francés Chris- tophe Dejours ha profundizado en estos tiempos banales y arroja luz sobre cómo se tolera lo intolerable. El autor destaca que, a pesar de crecer las desigualdades y el malestar social, la movilización política sufre de ataraxia al considerar el individuo posmoderno la pobreza y la exclusión más un padecimiento inevitable al cual resignarse que una injusticia contra la que rebelarse. Frente al padecimiento se generan actitudes de compasión o simpatía, pero no una reacción política ni la exigencia de responsabilidades como en el caso de la injusticia.
La pobreza existe no porque no funcione en plenitud el liberalismo económico, sino porque ése es el modo en que funciona. Lo demás es silencio.
