José Carlos Gallardo combina melancolía y optimismo en la poesía de 'A la sombra del tiempo'
El poeta granadino afincado en Buenos Aires José Carlos Gallardo ha regresado a su ciudad natal para presentar dos nuevos libros publicados por Granada literaria, la editorial que el Ayuntamiento puso en marcha hace apenas tres años. Después de la publicación de Memorias a media voz, un libro en el que Gallardo se adentraba en su pasado en primera persona, el escritor ha presentado A la sombra del tiempo, un poema en el que indaga en el peso de los años a través de diferentes perspectiva que parten de distintos sujetos poéticos.
Durante la presentación del volumen, en la que estuvo acompañado por el concejal de Cultura, Juan García Montero, Gallardo reconoció no haber dejado nunca de sentirse "granadino", aunque no dudó en afirmar que su viaje a América fue con el único objetivo de "huir de Granada". "En realidad, todo lo que he hecho en mi vida ha sido huir una y otra vez", dijo.
Además, aprovechando su visita (que estaba programada para la pasada feria del libro y que se tuvo que cancelar por problemas de salud del autor), Gallardo habló del contacto mantenido con la ciudad desde su partida. La primera vez que regresó el poeta desde Argentina fue para conmemorar el centenario del nacimiento de Federico García Lorca. "Llevé a mi hija a al Generalife y allí le conté muchos de mis recuerdos más cálidos que se desarrollan en Granada. Pocos años después, ella me llamó por teléfono, se encontraba en la Alhambra y quería que escuchase desde Argentina el rumor del agua", confesó emocionado.
El tiempo es tratado en el libro en clave melancólica, pero sin recurrir al motivo del "cualquier tiempo pasado fue mejor", concediendo un lugar a la esperanza y al optimismo. Con todo, como el propio autor advirtió: "siempre que regreso aquí creo que va a ser la última vez. Sin embargo, siempre regreso".
Pese a vivir en Argentina, Gallardo mantiene una estrecha relación con la ciudad, a la que viaja asiduamente y de la que recibe noticias "casi a diario", lo que le hace no perder el contacto con lo que sucede "tanto en su día a día como en el ámbito cultural". "Aunque tengo ya algunas raíces argentinas, sigo estando a caballo en la línea del ecuador entre Granada y Latinoamérica o en algún lugar que tengo en la mente".
José Carlos Gallardo (Granada, 1925) se convirtió muy joven en un poeta relevante. Su primer libro, Hombre caído, era cercano a los postulados de la Generación del 50, con la aparición de algunos rasgos de la que después sería catalogada como poesía social.
Tras contraer matrimonio, Gallardo decidió viajar a Argentina en busca de un mundo nuevo, ya que como ha confesado en numerosas ocasiones la España de la época, y en particular Granada, le ahogaban. "Cuando llegué a Argentina hubo un grupo de poetas que me tomó por franquista y trató de hacerme el vacío a toda costa", dijo. Sin embargo, como el mismo aclara, sus poemas de esa época de alguna manera le sirvieron como aval. "Pronto fueron catalogados como revolucionarios", concluyó.
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