Bohórquez niega ante el juez que envenenara a tres águilas imperiales

El ganadero jerezano Fermín Bohórquez negó ayer ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Jerez, Juan José Parra, haber envenenado a tres águilas imperiales que murieron en el mes de febrero tras ingerir producto tóxico que supuestamente estaba distribuido en su finca Fuente Rey.

A su salida de los juzgados, donde permaneció algo menos de una hora, Bohórquez aseguró que ni ha envenenado a las rapaces ni ha colocado en su coto cebos ponzoñosos que provocaran la muerte de las águilas imperiales, una especie en crítico peligro de extinción. "Nosotros no hemos echado veneno ni nada. El águila que encontraron muerta estaba en la linde de la finca, a unos 100 metros y yo no he echado veneno de ningún tipo", manifestó el ganadero. "No tengo nada en contra del águila, que vendría volando no sé de dónde y la encontraron muerta en la linde de la propiedad", añadió.

Una versión que contrasta radicalmente con la reseñada por los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta, administración que abrió expediente después de que los agentes encontraran en el interior de la finca varios cebos envenenados, una de las tres aves muertas con 16 plomos y resto de veneno en su interior, además de una gallina y un perro también sin vida tras haber consumido el veneno.