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Entrevista:MANUEL VIGO | Viceconsejero de Inserción Social del Gobierno vasco

"El actual modelo de prestaciones sociales es insostenible si no suben los impuestos"

El viceconsejero de Inserción Social, Manuel Vigo (Vélez-Málaga, Málaga, 1946), es uno de los encargados dentro del Gobierno de formular las políticas de protección social. Lleva en el cargo desde 2001, tiempo suficiente para comprobar que el actual modelo de prestaciones sociales es "insostenible" a corto y medio plazo "si no se suben los impuestos". Vigo rechaza incrementar la cuantía de la renta básica por encima del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y anuncia la reforma de las Ayudas de Emergencia Social (AES).

Pregunta. La economía vasca crece, el paro desciende, pero los perceptores de la renta básica crecen, ¿por qué?

Respuesta. Porque al elevar la cuantía de la renta básica, que ahora está en el 87% del SMI, todo el sistema de pensiones contributivas, de orfandad, de incapacidad, se quedan por debajo. Todos, a excepción de la gran invalidez. Eso significa que todos esos perceptores de pensiones tienen derecho a complementar sus rentas. Y cuanto más sube la renta básica, más perceptores entran.

"La renta básica nunca puede superar al SMI. Es ilógico que el sistema de protección sea superior a las rentas de trabajo".
"Un inmigrante sin papeles es una persona abocada a la economía sumergida y a vivir del sistema de protección social"

P. A la hora de fijar la cuantía de la renta siempre se ha tomado como referencia el SMI. El PSE plantea un gran pacto sobre política social al Gobierno en el que pide que se busque otra referencia. ¿Es ello posible?

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R. En estos momentos, no. El indicador que va a posibilitar un mejor nivel de calidad en la renta básica va a ser precisamente el SMI. Puedo estar de acuerdo en que se pacte otro indicador entre el Gobierno y los agentes sociales siempre y cuando el SMI tuviese la entidad que debe tener según las recomendaciones de la UE, es decir, alcanzar el 60% de la renta media del país (en la actualidad está en torno al 42%). Si tuviésemos un SMI a la altura de la UE, muy bien, pero con un SMI tan bajo si utilizamos otro indicador diferente quedarían muy desfasados los ingresos que percibe un perceptor de la renta básica de los que percibe un trabajador con un sueldo bajo. ¿Va a ganar más un perceptor de la renta básica que uno que trabaja siete u ocho horas al día? Es ilógico que el sistema de protección sea superior a las rentas de trabajo.

P. Otra propuesta del PSE es rebajar la edad mínima para cobrar la renta básica a los 18 años frente a los 23 que se exige ahora. ¿Qué opina?

R. La renta básica tiene que acoger todas las situaciones de necesidad y si esa situación se focaliza en menores de 23 años, la renta debe cubrirla. Lo que vamos a hacer es ampliar los supuestos, pero la renta básica no tiene por objetivo facilitar la independencia de los jóvenes, sino proteger a los necesitados.

P. La oposición dice que el sistema de inserción sociolaboral no funciona y que hay que reorientar las políticas sociales, dando más relevancia a la incorporación al mundo laboral que a la prestación económica.

R. Nuestro sistema de protección social no es un modelo de políticas pasivas únicamente. Se ofrecen prestaciones, pero también se facilita la inserción sociolaboral y para ello nos gastamos más de 14 millones de euros al año en programas específicos. Es cierto que hay un porcentaje de personas en una situación de cronificación, pero está condicionado por una serie de circunstancias que imposibilitan que estas personas accedan a un trabajo, como enfermos, jubilados. El objetivo final para ellos no es la inserción sociolaboral, sino mejorar su calidad de vida. Y hablamos de un 50% de los perceptores.

P. ¿Cuál es el perfil del receptor de la renta básica?

R. Se trata de jóvenes menores de 35 años, inmigrantes y familias monoparentales.

P. El porcentaje de inmigrantes ya es del 25%.

R. El extranjero sin papeles está con un expediente de expulsión en la mano y así no se puede realizar un contrato de trabajo formal. Son personas abocadas a la economía sumergida y a vivir del sistema de protección social. También hay inmigrantes con papeles que han regularizado su presencia, pero una vez terminado su trabajo se encuentran en paro.

P. Las Ayudas de Emergencia Social (AES) son uno de los puntos críticos del sistema porque no se utilizan para su finalidad original. ¿Cómo se va a solucionar?

R. La finalidad de las AES no era la de convertirse en una prestación para pagar un alquiler. Hace falta poner en marcha un programa distinto de protección que garantice el alojamiento. Por eso vamos a sacar un complemento para pagar el alquiler que se sumará a la renta básica, pero será un concepto diferente.

P. El sistema de protección social tal y como está concebido, ¿ha tocado techo?

R. Los niveles de bienestar social de este país son muy importantes, similares a la media de la Unión Europea y, sin embargo, la presión fiscal no es precisamente la media de la UE. Es de seis puntos menos y hasta 15 puntos inferior a la presión fiscal de los países nórdicos, que son los que tienen los modelos de bienestar social a los que nosotros aspiramos. Si queremos poner en marcha esos modelos, la presión fiscal debe ir subiendo. Hablo del sistema general de dependencia, de servicios sociales, el sanitario. No podemos ofertar modelos de bienestar social de máximo nivel con un nivel mínimo de impuestos. Para ser coherentes con lo que proponemos, la presión fiscal debe subir. El actual sistema de prestaciones sociales es insostenible si no se suben los impuestos.

P. También está la posibilidad de ampliar el copago de algunos servicios por parte de los ciudadanos.

R. Como miembro de un partido socialdemócrata (EA), a mi no me gusta el copago. Creo que es penalizar doblemente a las personas que tienen necesidad de los servicios de protección. Si realmente se trata de derechos sociales, la protección debe ser universal y financiarse a través de los impuestos porque es el sistema mejor de redistribución de la riqueza. Quien más tiene, más paga. Un sistema fiscal progresivo debe facilitar la financiación del sistema de bienestar social. Los partidos que exigen los modelos de bienestar social de los mejores países de la UE hablan de bajar impuestos. Eso es demagogia y populismo barato.

P. ¿De qué partidos habla?

R. Hay muchos partidos que exigen sistemas de protección al más alto nivel con la mínima aportación, bajando incluso los impuestos. Ahora, si se introduce el copago es posible aguantar. Una subvención mínima por parte de la administración y después quien utiliza el servicio lo paga. El copago es un sistema que ya existe en tercera edad, por ejemplo. Para mi supone una penalización de la persona necesitada y de la protección de un derecho social porque las personas que utilizan los sistemas públicos son las que más lo necesitan. Tendrán que poner al servicio de la administración sus escasos bienes.

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