Los ciudadanos, pixelados
El DVD son 53 minutos sobre los desastres del tripartito y el único remedio a ello, la propia CiU. No se trata de un filme. Es un anuncio. Demasiado largo. Los spots electorales, por definición, son maniqueos, pero duran poco. Aquí 53 minutos de buenos buenísimos y de malos malísimos son demasiados y se resiente algo fundamental: la verosimilitud de la crítica. Es verdad que los del tripartito han dado motivos para castigarlos sin merienda (visita a etarras en Perpiñán, corona de espinas en Jerusalén, discrepancias domésticas sobre energía e infraestructuras, crisis de Gobierno inconclusas y, como fin de fiesta, voto discrepante sobre el Estatuto). Pero los de CiU no hacen balance de Gobierno, sino antología de errores (verdaderos o endosados) y elaboran el discurso desde una poco creíble posición inmaculada. Ellos no son culpables de nada. A pesar de que Mas asegura que su estilo no es el "menosprecio a nadie", el hilo argumental de la pieza se basa en que CiU trabaja para Cataluña y el tripartito lo ha hecho todo sólo por ambición de poder. Y detrás, a la sombra, el gran arquitecto Montilla. Puestos a echar todas las culpas al tripartito hasta lo es del aumento del precio del petróleo.
Sin entrar en contenidos. Dos detalles formales. Uno, los ciudadanos que dan su opinión sobre el Carmel o El Prat salen todos pixelados. No se escapa del píxel ni tan siquiera un osito de peluche. Sólo tienen rostro los policías, los políticos y algunos periodistas que aparecen sin su permiso. Este tratamiento crea una distancia formal entre los políticos, particularmente los de CiU que salen con sus mejores galas, y la ciudadanía, un ente clandestino, que contempla las bofetadas cortesanas sin que le acepten como sujeto de la historia.
Dos. Ahora que la campaña parece tan enfocada a vigilar si los líderes tienen suficiente nivel de catalán, los jefes de CiU deberían repasar el suyo. Cometen distintos tipos de faltas, desde las fonéticas y sintácticas, con especial ignorancia de los pronombres débiles ("no li van fer president", "els hi volia evitar el problema") a las de vocabulario ("renta", "el restu", "cómudus")...
Dedicar tanto dinero a hablar mal de las marcas competidoras y no explicar por qué el mío lava más blanco es algo que desaconsejan todos los manuales de publicidad. El discurso angélico que fabrica CiU sobre sí misma en el DVD frente a la "época oscura y conspirativa" del tripartito es demasiado obvio en las intenciones. Este vídeo es demasiado largo y caro para quedarse en mera picardía propagandística. Tanto sesgo resulta a veces contraproducente.
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