Árboles de hormigón
La casa de cultura de Mutriku acoge estos días una exposición del fotógrafo José Ronco (Salamanca, 1959). Este vecino de Eibar es uno de los grandes animadores de la fotografía en su localidad y los alrededores. Muy apegado al grupo Ongarri de Elgoibar siempre ha volcado su mirada hacia los paisajes urbanos e industriales más próximos. De ellos ha extraído autentica poesía en blanco y negro. Su magnifico libro sobre Eibar es un contundente ejemplo de su buen hacer. Lo que ahora podemos ver son retazos de distintas series temáticas, que abarcan un conocimiento global de sus trabajos.
Sus fotografías, están resueltas por procesos fotoquímicos, a la antigua usanza. El papel baritado y las sales de plata conforman los distintos tonos lumínicos y las formas de los objetos. El toque artesanal ofrece texturas y matices repletos de significados. Es todo un ejercicio donde se guardan las esencias fotográficas de los grandes artistas y creadores de la fotografía que nos han precedido. Ronco, al menos por el momento, no se deja avasallar por los impulsos eléctricos de la imparable y fría digitalización. Sus fotos se mantienen firmes en los parámetros diseñados por los pioneros de la disciplina.
Las imágenes expuestas, en las que domina la arquitectura industrial, las grandes obras públicas, contrastan con las callejas del simpático puerto guipuzcoano donde algunos sitúan algunas de las aventuras marineras escritas por Pío Baroja, o las inenarrables peripecias de intrépidos reporteros buscando por sus calles y alrededores noticias y reportajes. Su formato es mediano y grande. Han nacido de placas negativas de seis por seis o nueve por doce. El proyecto de exposición fue propuesto por Amparo, y la selección de fotos fue hecha por Jesús Mari Sarasua. En ellas podemos ver un seguimiento sobre el derribo de las instalaciones de la afamada empresa de máquinas de coser Alfa, un autentico símbolo de la comarca, Distintos aspectos de la arquitectura industrial y urbana del alto Deva, las canteras de Mañaria o unos impresionantes puntos de vista de los puentes de los viaductos de Malzaga y Txonta. Estructuras de gran impacto visual donde una luz tamizada, con apenas sombras, suaviza la dureza del paisaje para enganchar al espectador. Trabajos sobre obras públicas y bosques de hormigón donde puede encontrarse una hermosa lírica cargada de nostalgia. Una colección digna de ser visitada junto a la localidad que la recibe.
José Ronco. Casa de Cultura de Mutriku. Erdiko kalea, Vitoria. Hasta el 29 de octubre. Horario de visitas: lunes a viernes, de 19,00 a 21,00. Sábados y festivos de 12,00 a 14,00.
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