_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Extraordinario y cruel

No deja de resultar sorprendente que, varias décadas y docenas de películas después, nuestra Guerra Civil y su inmediata posguerra puedan ser aún objeto de acercamientos impensados. Y todavía más lo es que quien haya abierto una inquietante, extraordinaria (en todos los sentidos) ventana fantástica sobre aquel mundo y aquellos tiempos sea un cineasta mexicano, sin duda alguna, el más capaz con que cuenta hoy el género para dotar a sus ficciones y sus personajes de un peculiar, persistente, hálito poético. Y si El espinazo del diablo ya resultaba la revisitación más sorprendente jamás realizada de la contienda civil, con su aire de absorbente western gótico poblado de fantasmas, ahora el maquis y sus represores se erigen en la excusa para un discurso no muy diferente, aunque indudablemente más ambicioso: aquí se trata de casar, sin fisura alguna, un tratamiento realista (la cruda represión a la guerrilla en los montes del norte español, a la altura de 1944) con el universo onírico en que vive una niña imaginativa (Ivana Baquero, un descubrimiento), a la que la presión de lo real le resulta sencillamente insoportable.

EL LABERINTO DEL FAUNO

Dirección: Guillermo del Toro. Intérpretes: Sergi López, Maribel Verdú, Ivana Baquero, Doug Jones, Ariadna Gil. Género: fantástico, España-México, 2006. Duración: 112 minutos.

Desparpajo

Desde ahí, Del Toro hilvana un cuento cruel por el que, como en El espinazo..., también campa un ogro terriblemente malvado (y no es el fauno del título, sino el impulsivo, siniestro capitán Vidal, un Sergi López que borda su papel de desalmado torturador), y en el que realidad y onirismo se funden en una comunión deslumbrante: el desparpajo con que Del Toro hace transitar a sus personajes de uno a otro mundo tiene algo de milagroso. Su imaginería visual, bien que en algún momento ligeramente pasada de registro (lo es casi todo lo que rodea la aparición del fauno), resulta no obstante casi siempre deslumbrante, desbordante; y su lección, impecable: en un mundo recorrido por la violencia, advierte Del Toro, ni siquiera existe la posibilidad de la reclusión en realidades paralelas... una sorprendente, negra premonición viniendo de quien viene.

Y a la postre, la película se erige en una soberana lección de cine bien hecho y medido, en el que los excesos quedan siempre a buen resguardo bajo el paraguas de la fábula, y donde el director jamás hace trampa: conviene no olvidar ninguno de los momentos que en el filme se van dando, porque en una coherencia que se antoja casi suicida, Del Toro no dejará de sorprender hasta el último, coherente, estremecedor plano de una película tocada indudablemente por la inspiración de un director en el mejor momento de su carrera.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_