Un gran campeón hasta el final
El Gran Premio de Japón deja tras de sí una estela de brillantez por las carreras que realizaron tanto Fernando Alonso como Michael Schumacher. Ninguno de los dos cometió errores y ambos defendieron sus opciones al título mundial hasta que pudieron. La suerte estuvo esta vez al lado del español, que obtuvo un beneficio enorme con la retirada del alemán por rotura de motor. Hasta aquel momento, Schumacher había conducido con la misma destreza que Alonso y había defendido su liderato con decisión. Habría sido difícil arrebatárselo porque cuando abandonó ya se habían realizado todas las maniobras que podían dar ventaja a Alonso: no quedaban más pit-stop.
Sin embargo, la carrera de Suzuka deja las cosas muy claras para Alonso. Le falta un solo punto para rematar el excelente trabajo que ha estado realizando a lo largo de la temporada. Y demuestra al mismo tiempo que, contrariamente a lo que pensaban algunos agoreros en nuestro país, el equipo Renault le ha dado a su primer piloto el material que necesitaba para ser campeón mundial. Y veo difícil que fallen en la última carrera, en Brasil. Les falta muy poco. Y estudiarán hasta el último detalle para dar el golpe definitivo. Deben ser conservadores en la elección del motor que pondrán al coche de Fernando, pero no mucho porque están todavía implicados en el campeonato de marcas y también quieren asegurarse este título. No creo que el coche cambie mucho en relación al que usaron ayer.
Lo más importante ahora es que el equipo trabaje con sentido común y que se mantenga unido y compacto. La victoria habrá tranquilizado los ánimos y elevado el espíritu de toda la escudería. Pueden ver las cosas con más calma que en Ferrari y pensar con más claridad. Los de Maranello saben que deberán arriesgar mucho porque están a nueve puntos de Renault en el campeonato de constructores y sus posibilidades pasan por conseguir los dos primeros puestos. A ello irán. Porque, además, querrán agotar hasta el límite la posibilidad de dar el título de pilotos a Schumacher. Y su única opción es ganar y que Alonso no puntúe.
Romper el motor es algo que puede producirse por muchas circunstancias: un defecto de material o un simple y pequeño error en el montaje de las piezas. Hay muchos detalles que pueden influir. Pero en la F-1 es difícil que el motor se rompa por haberlo forzado demasiado. No creo que la causa de la rotura fuera que Schumacher lo pasara de vueltas. No tuvo necesidad de ello. Pero deberán estudiar a fondo lo que ocurrió porque a principios de temporada tuvieron ciertos problemas de fiabilidad y esta rotura les ha llegado en el peor momento.
Sin embargo, hay dos imágenes con las que me quedo de este gran premio: la primera, la ilusión de Alonso por su victoria; la segunda, la reacción de Schumacher tras abandonar su Ferrari en la pista. Ahí volvió a demostrar ser un gran campeón. Lo fácil y lo lógico habría sido irse a su motorhome a llorar sus heridas en solitario, pero, en cambio, todo el mundo pudo verle en su box felicitando a los mecánicos de Ferrari y, después, en el pit-lane consolando a los ingenieros. Es encomiable que lo hiciera en un momento tan trascendente de su carrera, cuando acababa de perder prácticamente la última posibilidad de título, porque ya ha anunciado su adiós a la pista. Es como si les dijera a todos: "Ganamos o perdemos todo el equipo".
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