Lidiar con la división de opiniones

El pasado 26 de septiembre, la ponencia que estudia el borrador del Estatuto de Autonomía en el Congreso rechazó de manera tajante la enmienda propuesta por el PP de apoyo explícito al espectáculo taurino. En concreto, el PP pretendía incluir, entre los principios rectores de las políticas públicas, "el apoyo a la fiesta de los toros en sus diversas manifestaciones, en atención a su histórico arraigo en Andalucía". Pero la propuesta se encontró con el voto en contra del resto de grupos y, aunque el PP insistirá en su iniciativa, no parece probable un acuerdo final.

De todos modos, aunque la enmienda ha tenido escaso eco social, está claro que los toros siguen provocando un encendido debate entre defensores y detractores. Los socialistas se opusieron en la ponencia a incluir esa referencia porque consideran que no es "un elemento definitorio de la cultura andaluza" y también porque no es una "propuesta que una, sino que genera mucha controversia", según afirmó su portavoz parlamentario, Manuel Gracia.

El secretario regional del PP, Antonio Sanz, afirma que su partido mantendrá la enmienda al entender que los toros constituyen "un elemento cultural que debe ser protegido, y más ahora, que algunos pretenden acabar con ellos; de ahí que consideremos que deben ser apoyados por un principio rector como máximo mecanismo de defensa frente a las agresiones exteriores". Entiende Sanz que sólo así se garantizaría la pervivencia de la fiesta de los toros en el futuro, al tiempo que muestra su sorpresa por el voto en contra del PSOE. "El rechazo socialista sólo se justifica por el miedo a que los partidos nacionalistas voten en contra del texto estatutario", afirma

En el burladero contrario se sitúa Francisco Garrido, diputado de Los Verdes, quien utiliza los adjetivos más duros para expresar su rechazo frontal a la enmienda y a la fiesta: "Esa enmienda es una barbaridad". Y continúa: "Consagrar en el Estatuto un ritual deplorable y cruel como el de toros entra en flagrante contradicción con el artículo 202, que recoge un compromiso con los derechos de los animales, una de las grandes novedades del Estatuto, que permitirá la elaboración de una futura ley de Protección Animal en Andalucía". Se niega a aceptar que la tauromaquia sea un arte, y admite que el espectáculo divide a la sociedad. Su conclusión no admite dudas: "No votaré un Estatuto que incluya esa enmienda".

En parecidos términos se manifiesta la Asociación Andaluza para la Defensa de los Animales, cuya página web está plagada de noticias contrarias a la iniciativa popular. En la misma línea se expresa Daniel López, representante de Ecologistas en Acción y de la Plataforma Antitaurina Gaditana, quien califica de "aberrante" la enmienda del PP y añade que "el Estatuto debe proclamar derechos morales y éticos, y la tortura animal es un hecho ilegítimo que no debe tener cabida en el texto". "El Estatuto no puede legalizar actos de tortura", concluye.

Los representantes taurinos contactados por este periódico están de acuerdo con la enmienda y no entienden la postura del PSOE, que promovió en marzo pasado un nuevo Reglamento Taurino para Andalucía. Espartaco lo tiene claro: "La fiesta de los toros es algo nuestro y debemos apoyarla y defenderla; yo respeto a quien no le guste, pero no podemos ir en contra de nuestras raíces".

Sorprendido se mostró Pedro Romero de Solís, presidente de la Fundación de Estudios Taurinos, cuando conoció la noticia de la presentación de la enmienda y el posterior rechazo: "¿Cómo es eso? Pero si el PSOE ha sido sensible a los toros, ¿cómo es que me dice que se opone? No lo entiendo, y me solidarizo con la iniciativa del PP". Por último, Eduardo Miura, presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia, admite su desconocimiento sobre leyes y normativas, pero espera que el PSOE reconsidere su postura.