Pantxoa Eta Peio publican su octavo disco, dedicado a la tierra y el amor
El pasado jueves llegó a las tiendas el octavo álbum de Pantxoa Eta Peio, titulado Lurra eta maitasuna (Elkar). "El título señala una continuación. Podía ser el de cualquier otro disco nuestro, ya que tierra y amor son dos pilares de la vida, y nosotros sólo queremos ser testigos y dar testimonio de lo que vivimos nosotros y de lo que viven nuestros contemporáneos", explica Peio Ospital. El cantante argumenta que "lograr la paz es una guerra de cada día" para justificar la inclusión en el nuevo repertorio de dos canciones dedicadas a la paz.
La importancia de poder expresarse en euskera figura también entre los temas que aborda la pareja en un álbum que incluye como novedades sonidos celtas y la voz de una mujer, Kattalin Indaburu, en Nere maitia, jeiki ta jeiki. El cuarteto de cuerda Alos Quartet y el coro Gaztelu Zahar, de Hendaya, completan el capítulo de invitados en una grabación que incluye canciones tradicionales, versos de Xalbador y del bertsolari Etxahun Iruri.
Pantxoa Carrère (Azkain, 1948) y Peio Ospital (Ezpeleta, 1948) grabaron su primer single conjunto en 1969, aunque su primer elepé no se publicó hasta 1975. Con su debut homónimo y trabajos posteriores como Euskalduna naiz eta maite dut herria, el dúo vascofrancés se convirtió en bandera de la canción autóctona de corte nacionalista. La vigencia de su propuesta podrá comprobarse el próximo miércoles (20.00) en el Teatro Arriaga, en Bilbao, donde repasarán las canciones de Lurra eta maitasuna y sus viejos éxitos respaldados por cinco músicos.
Estreno de Mahaster River
Mahaster River cuenta con su formación -dos guitarras y bajo- como primer elemento diferenciador dentro de la poblada escena pop y rock vasca. El trío guipuzcoano ha grabado así, sin batería, un estreno discográfico titulado Irtenbiderik gabeko autobideak (Gaztelupeko Hotsak), que une composiciones propias y versiones de Ennio Morricone, Bo Diddley y T-Bone Walker.
El conjunto se sirve de esa instrumentación eminentemente acústica para remitir a los spaghetti westerns, tocar algo de blues, su "influencia común", e inspirarse en el flamenco en un álbum supervisado por Haritz Harreguy, técnico acostumbrado a manejar texturas acústicas tras participar en las últimas grabaciones de Ken Zazpi y Barricada. "Las canciones hablan de las autopistas, de la exagerada importancia que le damos al automóvil y de las ganas que tenemos de tocar", resume el cantante, Unai Azkarate.
"Lo de no tener batería al principio fue circunstancial, ya que no encontramos a nadie que nos convenciera, y por ahora estamos muy a gusto. Igual limita, pero también te da más libertad a la hora de tocar, con lo que las canciones han ido cogiendo su espacio y hemos comprobado que no les hace falta batería", explica el vocalista. El grupo nació en Bergara, en enero de 2005.
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