Juan José Ballesta recrea a un joven en busca de su identidad

Educado, modoso, bien vestido y hablado, crecido en el confort de la clase media-alta a la que pertenecen sus padres. Ésta es la atípica imagen que el joven actor Juan José Ballesta (El Bola, 7 vírgenes) ofrece en Cabeza de perro, del realizador y guionista sevillano Santiago Amadeo (1969). En ella, Ballesta interpreta a un joven con una extraña neuropatía emparentada con la epilepsia que emprende un viaje, físico y emocional, en busca de su propia identidad. Salpicada de elementos propios del mundo de los cuentos, desde la estructura a la estética pasando por la figura de un narrador, la cinta es una producción de Tesela y Zanfoña coprotagonizada por Adriana Ugarte, y se estrena hoy.

Cabeza de perro llega avalada por los éxitos conseguidos por Amodeo en sus anteriores incursiones fílmicas, el cortometraje Bancos, el largometraje El factor Pilgrim y Astronautas, su primera película en solitario, incluida por la revista Vanity Fair en la lista de las 10 mejores películas europeas del año en 2004. Con este nuevo trabajo, el director insiste en el tema de la diferencia, que ya abordara en su anterior filme. "Quería hablar de alguien con un cerebro tan frágil que pone en duda su propia existencia. Eso es lo que me atrajo de él", explica el director en relación al motor de la película, rodada el pasado año en Madrid, la Costa del Sol y Sevilla.

La burbuja de cristal en que le han encerrado sus padres para evitarle sufrimientos asfixia al joven encarnado por Ballesta. Por eso decide salir del pequeño pueblo donde ha pasado su infancia e iniciar un camino en solitario que, por una extraña casualidad, le conduce a Madrid. "El protagonista es un personaje procedente de un ambiente bastante irreal que de pronto se ve sumergido en la realidad", aclara Amodeo. El director explica que, para poder interpretar el papel, Ballesta debió realizar un trabajo previo de carácter físico para reconducir su desenfadada manera de andar y conseguir una buena vocalización. El joven actor, por su parte, agradece este cambio de registro, que le permite vadear el riesgo de un cierto encasillamiento. Además, la película le ha ofrecido la posibilidad de trabajar con actores como Manuel Alexandre, Ana Waegener o Jordi Dauder, que interpretan a algunos de los personajes secundarios. Ballesta destaca en sus planos junto a Alexandre por quien confiesa una gran admiración.

La promoción de Cabeza de perro y Ladrones (dirigida por Jaime Marqués Olarreaga y pendiente de estreno) son las ocupaciones profesionales para los próximos meses de Ballesta, ya reconciliado con todo el engranaje del cine que un día llegó a sobrepasarle tanto como para apartarse del medio y emplearse como marmolista. "Las circunstancias hicieron que me agobiara del cine, pero ya hace mucho tiempo de eso y está superado".