Los mayores grupos financieros se examinan ante el Banco de España
Bancos y cajas quieren tener sus propios sistemas de control de riesgo
Los grandes bancos, Santander y BBVA, junto con el Popular, Sabadell y Bankinter y las tres principales cajas (La Caixa, Caja Madrid y Caixa Catalunya) han presentado al Banco de España sus sistemas de control de riesgos. El objetivo es que les autorice a autorregularse en este campo para cuando entre en vigor Basilea II -normas internacionales de supervisión de la banca-, con lo que tendrán ventajas, como las menores exigencias de capital. La respuesta del Banco de España está prevista como pronto para diciembre.
Los escándalos financieros y las crisis internacionales (el impago de la deuda de Rusia y el corralito argentino, entre otros) han pasado una indigesta factura al sector bancario. Los supervisores de todo el mundo se han puesto de acuerdo para atar en corto a bancos y cajas. Así, cuando todavía no acaban de digerir la entrada en vigor de las normas internacionales de contabilidad (NIC), las entidades financieras ya están metidas de lleno en la preparación de la próxima revolución contable: Basilea II, un conjunto de normas emitidas por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea encaminadas a mejorar la gestión del riesgo y la estabilidad del sistema financiero mundial. En 2007, los bancos empezarán a hacer cálculos para conocer cómo les van a afectar las nuevas normas, que entran en vigor en enero de 2008.
Dos métodos
Lo que ocurre es que Basilea II se puede cumplir de dos maneras: siguiendo unas normas comunes establecidas para todos, que el supervisor controla con detalle, o a través de sistemas internos. El que utilice este camino, denominado IRB (Internal Ratings Based Approach en inglés), gastará menos capital y además contará con un premio de los inversores y los mercados, porque se le supone gran experiencia en la gestión de riesgos.
Un selecto grupo de entidades intenta que el Banco de España, que ha sido quien previamente les ha seleccionado, les autorice a tener su propio sistema de control. El Santander, el BBVA, el Popular, el Sabadell, Bankinter, La Caixa, Caja Madrid y Caja Cataluña son los elegidos. El Santander se ha presentado como grupo consolidado, pero también Banesto ha llevado al supervisor sus sistemas, de forma independiente, para intentar obtener la autorización.
El examen será muy riguroso. De hecho, fuentes del mercado consideran muy probable que alguna de estas ocho entidades no supere la prueba y apliquen Basilea II por el método estándar.
Hasta diciembre, o quizá más tarde, no está previsto que el organismo dirigido por Miguel Ángel Fernández Ordóñez responda a los interesados. El Banco de España puede rechazar o aprobar con matices los sistemas utilizados. Es decir, en el sector no esperan que ninguno de los implicados reciba un cum laude, sino que todos tendrán matizaciones del supervisor para que las apliquen en sus sistemas. De cualquier forma, los que puedan utilizar sus sistemas también tendrán un control indirecto del Banco de España, pero menos pormenorizado que para el resto.
Los expertos financieros recuerdan que el método avanzado IRB no es adecuado para todas las entidades, porque "es costoso de establecer, implantar y mantener, y su bondad dependerá del tipo de negocio de la entidad, de su tamaño, etcétera. Implica una fuerte inversión en recursos de organización y humanos, informáticos y materiales en general". Los analistas recuerdan que el propio mercado sabrá valorar que no todos pueden aplicar los sistemas avanzados y no tiene por qué castigar a los que no acudan al sistema avanzado.
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