_
_
_
_
Crónica:LA CRÓNICA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Torrevieja

Los sucesos que la prensa ha desvelado, en los últimos días, sobre la actuación de la Policía Local de Torrevieja resultan alarmantes. Ignoro cuántos lectores compartirán esta preocupación. Son tantos los motivos de inquietud que uno encuentra a diario en los periódicos que a menudo pasa sobre ellos sin prestarles la debida atención. Aunque es probable que este asunto sí la haya reclamado, pues las actuaciones arbitrarias de la policía suelen provocar una considerable alarma entre los ciudadanos. En el caso de Torrevieja, se añade, además, el clima de permisividad y desorden que se había instalado en el cuerpo policial.

Cuando leemos lo publicado por la prensa, la primera pregunta que nos hacemos es cómo unos sucesos de tal gravedad han pasado desapercibidos durante tanto tiempo. La respuesta a la cuestión -respuesta taxativa- la ha dado el señor Hernández Mateo, alcalde de Torrevieja. Mateo ha venido a decir que si estas cosas no se conocían era, sencillamente, porque no habían sucedido. Es decir, la policía de Torrevieja nunca se habría extralimitado en sus funciones; jamás habría golpeado a un detenido ni, mucho menos, los agentes habrían discutido la posibilidad de destruir pruebas. En resumen, según Mateo, la policía de Torrevieja se habría comportado en todo momento con la escrupulosidad y el buen hacer propio de las policías de los países democráticos.

Si esto ha sido así, deberíamos preguntarnos por qué se ha efectuado una investigación, han declarado ante el juez unos imputados, y los periódicos nos abruman cada día con pormenores sobre unos hechos que no han ocurrido. La respuesta la tiene, una vez más, el alcalde Hernández Mateo. Según ha declarado, todo obedece a una formidable, tremenda confabulación. De creer sus palabras, la Guardia Civil, la justicia y los medios de comunicación, se habrían aliado con el Gobierno de Madrid con un único fin: expulsar a Pedro Ángel Hernández Mateo de la alcaldía de Torrevieja. "Lo que no pueden lograr con los votos, quieren obtenerlo a través de las intrigas", ha dicho. Como vivimos en un tiempo de confabulaciones, no es difícil que el alcalde encuentre quien dé crédito a sus palabras.

Curioso personaje Hernández Mateo. Curioso y envidiado. En unos pocos años, este hombre ha saltado del mostrador de la botica a las selectas listas de los millonarios del país gracias a una simple operación de compraventa. Es lo que algunos llaman hacer carrera. Claro que, si usted piensa que una carrera similar está al alcance de cualquiera, y que basta meterse en política para lograrlo, anda muy equivocado. Muchas personas trabajan en la política desde hace años y no han desarrollado, ni mucho menos, las habilidades de Hernández Mateo para los negocios.

Pertenece el alcalde de Torrevieja a una categoría de políticos que han destacado los últimos tiempos en el gobierno local. Se trata, por lo general, de individuos audaces, simpáticos, populistas, dotados de un natural desparpajo y convencidos de su capacidad para sacar adelante cualquier asunto que se propongan. Con este bagaje, y una debilidad endémica de la oposición, estos individuos han logrado triunfar una y otra vez en las elecciones municipales, aplaudidos por su partido. Su éxito es haber sabido interpretar, en cada momento, los deseos de una gran parte de los ciudadanos y convencerles de que sus intereses coincidían, punto por punto, con los suyos. No es un trabajo al alcance de cualquiera. Para lograrlo, hay que poseer al menos unas condiciones tan excepcionales como las que adornan al alcalde de Torrevieja.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_