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Crítica:COMER
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Coctelería y cocina creativas

SPEAKEASY, ambiente especial en la trastienda del bar Dry Martini en Barcelona

José Carlos Capel

En la calle, nada de nada. Ni una sola pista de este restaurante y ningún rótulo o placa comercial que aporte datos de su existencia. Para entrar es necesario traspasar las puertas del conocido Dry Martini, una de las coctelerías más prestigiosas de Barcelona, llegar al fondo, empujar una puerta inaparente y continuar por un recodo oscuro. Por fin aparece un espacioso comedor de luces tenues, revestido de estanterías retroiluminadas repletas de botellas, que, en medio de una atmósfera de semipenumbra, acentúan la complicidad pretendida.

Speakeasy, una idea del barman y empresario Javier de las Muelas, constituye un homenaje a los locales clandestinos de Nueva York y Chicago de los pasados años treinta, cuando la ley seca y el contrabando obligaban a ocultar los destilados y licores. Entorno singular, con cocina a la vista, que ha vuelto a saltar a la actualidad gracias a las revolucionarias aportaciones de su propietario a la coctelería creativa.

SPEAKEASY

Aribau, 162. Barcelona. Teléfono 932 17 50 80. Cierra el sábado a mediodía y los domingos. Precio medio, entre 60 y 80 euros. Menú ejecutivo (de lunes a viernes, al mediodía), 30 euros; menú degustación, 58 euros. 'Carpaccio' de solomillo y carabinero, 19. Vieiras asadas con patata escalibada, 24,90. Manitas de cerdo deshuesadas, 17,90. Chocolate en texturas, 7 euros.

Pan ... 4

Café ... 8

Bodega ... 7,5

Aseos ... 6,5

Ambiente ... 8

Servicio ... 7

Un restaurante camuflado en cuyas mesas se sirven platos desenfadados, entre mediterráneos y cosmopolitas, alejados de complicaciones pero muy respetuosos con las materias primas. Su artífice, el joven Robert Gelonch, que sigue las directrices que le marca el patrón, elabora recetas en las que cabe de todo, desde unos huevos fritos de payés con verduritas y foie-gras, hasta un tataki de atún con ensalada de cítricos. En la carta, no demasiado extensa, figuran algunos entrantes divertidos. Tal vez un suave gazpacho de fresón con jamón y boquerones; una aceptable ensalada de queso mozzarella con trufa, o un carpaccio de carabineros y solomillo algo insípido al que no aportan nada las virutas de foie-gras (no foie como se reseña de forma imprecisa) que rematan el plato. Contrastes que no están reñidos con ciertos esfuerzos imaginativos, como demuestra la hamburguesa de pescado y marisco, mejor de lo esperable. Tampoco decepcionan el pez san pedro con crema de acelgas, ni las vieiras asadas con patatas escalivadas. Entre las carnes, que se tratan de forma más clásica (solomillo; chateaubriand), figuran unas soberbias manitas de cerdo deshuesadas y un acertado costillar de cordero.

El comedor de Speakeasy, en Barcelona.
El comedor de Speakeasy, en Barcelona.CONSUELO BAUTISTA

DOS MENÚS

EN SPEAKEASY, donde se palpa un ambiente de rara exclusividad, los precios apuntan alto como si se identificasen con la ficticia privacidad del marco. Al margen de la carta hay dos menús. Por 30 euros, el menú ejecutivo brinda un entrante, un plato de verduras o de pasta y otro de carne, además del postre. Nada que ver con el menú degustación, por 58 euros, que se plantea como un festín: contiene cuatro aperitivos, cinco entrantes, un plato fuerte y el dulce. Por separado, en una minicarta, la cocina reseña las especialidades del día. Sólo los dulces decepcionan. Ni los plátanos caramelizados con helado de café entusiasman, ni los ravioles de piña con cítricos granizados están a la altura esperable. Pero la cara más revolucionaria de este local y de la coctelería anexa la aporta la nueva gama de gin & tonic que De las Muelas presentó antes del verano y, sobre todo, las múltiples variantes en torno al clásico dry martini que lanzará en breve. Granizados de dry martini con los que sirve distintas tapas: el clásico, con un bocado de anchoa y dátiles; el perfumado, con chile jalapeño con tapa de maíz y guacamole; el de wasabi japonés, con un maki de atún... Así, hasta 11 fórmulas geniales.

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Sobre la firma

José Carlos Capel
Economista. Crítico de EL PAÍS desde hace 34 años. Miembro de la Real Academia de Gastronomía y de varias cofradías gastronómicas españolas y europeas, incluida la de Gastrónomos Pobres. Fundador en 2003 del congreso de alta cocina Madrid Fusión. Tiene publicados 45 libros de literatura gastronómica. Cocina por afición, sobre todo los desayunos.

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