El Botánico de Valencia, nuevo bien de interés cultural

El Consell declaró ayer Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Jardín Histórico el Jardín Botánico de la Universitat de València. El criterio general seguido para la delimitación del entorno de protección, de acuerdo con las pautas legales del Patrimonio Cultural Valenciano, consiste en incluir dentro de su área las parcelas que limitan directamente con la protegida y que constituyen su entorno visual y ambiental inmediato.

El área protegida incluye así los espacios públicos en contacto directo con el BIC y las parcelas enumeradas anteriormente y que constituyen parte de su ambiente urbano inmediato; edificaciones o cualquier elemento del paisaje urbano que afectan de forma fundamental la percepción de éste. Actualmente, el Jardín Botánico es un espacio científico y docente, vegetal, arquitectónico, histórico, y además, caracterizador del paisaje urbano.

El entorno afectado es una zona singular, cuyas primeras implantaciones fueron la antigua alquería y huerto de Tramoieres, donde después se ubicó el Jardín Botánico, en 1802, el convento de Mínims que daría paso en 1725-39 a la actual iglesia de Sant Miquel y Sant Sebastià, así como otros huertos y alquerías.

Salvem el Botànic

La plataforma cívica Salvem el Botànic expresó al conocer la noticia su satisfacción por la declaración de BIC con categoría de Jardín Histórico porque supone "una conquista de la ciudadanía valenciana".

Salvem el Botànic advirtió de la existencia de algunas "carencias protectoras" en la declaración e instó al Ayuntamiento de Valencia y al promotor hotelero Antoni Mestre, que pretende construir al lado un hotel en el solar de Jesuitas, a "encontrar, en la nueva situación que se impone legalmente, el estímulo del acuerdo que la ciudadanía de Valencia espera:un espacio ajardinado, un paisaje libre de edificaciones".

Para este colectivo social, la declaración BIC es "sin duda una conquista conseguida por la lucha tenaz de la ciudadanía valenciana que pone fin a décadas de inacción y permisividad de las Administraciones valencianas. Tanto de la autonómica, que se resistía a poner en valor la excelencia del lugar y a protegerlo de manera consecuente, como también la municipal (e incluso la judicial), incapaz de tomar distancia respecto de los intereses inmobiliarios como los representados por los promotores del hotel proyectado junto al Jardín Botánico.

Salvem el Botànic estableció ayer una salvaguarda hasta que sea oficial la declaración de BIC, ya que si recoge la edificabilidad heredada que prevía seis alturas en los terrenos habrá motivos para la decepción y el problema continuará.