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AUTORES MATERIALES | La investigación del 11-M

Las tarjetas de Zougam y las huellas de Bouchar

Jamal Zougam y Abdelmajid Bouchar serán las dos únicas personas que se sienten en el banquillo del juicio del 11-M acusadas de ser autores materiales de los 191 asesinatos por los atentados de los trenes.

En los autos de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional se rechazan los recursos de apelación presentados por las defensas de Zougam y Bouchar confirmando que los indicios encontrados durante la investigación judicial son suficientes para atribuir a ambos su participación directa en la matanza de Madrid.

Respecto a Zougam, los magistrados de la Audiencia Nacional sostienen que han quedado suficientemente acreditados sus contactos con miembros de la célula islamista que atentó en Madrid -entre ellos con Allekema Lamari; Serhane, El Tunecino, y Jamal Ahmidan, El Chino-. Además, recuerdan que la tienda que regentaba Zougam vendió a los terroristas del 11-M hasta 30 tarjetas para teléfonos móviles, de las que al menos 14 ha quedado acreditado que se utilizaron por parte de los miembros del comando islamista, bien para montar las bombas o bien para sus propias comunicaciones. El auto no hace referencia a que dos testigos que viajaban en los trenes el día del atentado vieron a Jamal Zougam y lo reconocieron una vez preso en dos ruedas de reconocimiento.

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En el caso de Bouchar, los magistrados recuerdan también sus contactos con algunos de los participantes en la matanza que se suicidaron en el piso de Leganés; la presencia de sus huellas en alguno de los escenarios en los que estuvieron los terroristas (la vivienda de Leganés donde se produjo el suicidio de siete de ellos o en la casa de Chinchón donde se montaron las bombas) y la declaración de un testigo que, al igual que en el caso de Zougam, le vio en los trenes de la muerte de los que supuestamente bajó en una estación anterior a la que se produjeron las explosiones. Ese testigo se ratificó en su apreciación en una rueda de reconocimiento posterior.

Por último, el auto que rechaza la apelación de Bouchar señala que uno de los policías que vigilaban la casa de Leganés donde estaban los suicidas vio a Bouchar arrojar una bolsa al contenedor de basura y huir corriendo al presentir que lo seguían.

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