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Reportaje:

Un aniversario y sus efectos colaterales

La FNAC, sus clientes y la competencia hacen balance del primer año de apertura de la firma francesa en San Sebastián

María es clienta de la FNAC de San Sebastián desde que abrió sus puertas, hace ahora un año, en el centro comercial San Martín, en pleno corazón de la ciudad. Conoció la firma francesa en Madrid y le encantó, de manera que ahora siempre compra en ella libros y discos. "La atención siempre es menos personalizada en un sitio tan grande, pero estoy contenta. Hay más oferta, está todo muy bien expuesto y los precios son más económicos", explica la joven, una amante de la lectura que se confiesa "compradora compulsiva de libros".

A Esther es más difícil encontrarla en la multinacional. "Suelo comprar en una cadena vasca, Elkar, por apoyar el comercio local y porque hace una labor muy positiva a favor del euskera", argumenta. Pero recurre a la FNAC cuando busca libros en otros idiomas, como el que acaba de adquirir: Suite française, de Irène Némirovsky. "En este aspecto funciona muy bien. Antes solía pasar a Hendaya o Bayona", admite, mientras el establecimiento sopla la vela de su primer aniversario, una fecha para hacer balances.

"La valoración es positiva", asegura el director de la FNAC de San Sebastián, Iñigo Zumeaga, quien acompaña su afirmación con datos. El establecimiento ha recibido casi un millón y medio de visitantes. "Teniendo en cuenta que la ciudad tiene 184.000 habitantes, esa cifra quiere decir que nos ha visitado toda la capital y alrededores y que mucha gente ha repetido", comenta.

Competencia

El Club de socios ha sumado en este año 7.200 mienbros, "lo que nos indica la vinculación que se ha creado entre la FNAC y muchos de sus clientes", apunta Zumeaga. Y como agente cultural, ha organizado "prácticamente un acto cultural al día, salvo en la última quincena de diciembre y el mes de agosto", añade. "Nuestros objetivos se han cumplido", insiste, aunque no facilita los datos de facturación. "La firma sólo da los datos globales", se excusa.

¿Y qué repercusión ha tenido la apertura de la FNAC en el resto de tiendas de libros y discos de la ciudad? "Nos afectó mucho los primeros meses. Ahora nos sigue afectando, pero la situación se ha estabilizado un poco", señala Ramón Tatiegi, uno de los dueños de la céntrica librería Hontza. Y subraya: "Porque haya abierto la FNAC no se venden más libros, de manera que se ha repartido el mercado".

¿Es cierto que la FNAC tiene más oferta de títulos y mejores precios? "El libro tiene un precio fijo y por ley se puede aplicar hasta un 5% de descuento, que es el que aplican las grandes superficies", indica Tatiegi. En cuanto a la oferta, sostiene que Hontza cuenta con "más fondos". De hecho, la bajada de ventas se ha sentido sobre todo en los best-sellers. "Habrá que tender no tanto a especializarse, pero sí a cuidar más esos fondos, algo que a la FNAC no le interesa", dice.

La tienda de discos Gong de La Bretxa, en la Parte Vieja, también se ha visto afectada. "El mercado es el que es y se ha repartido", remarca su encargado, Iban Pascual. Eso sí, considera que el tirón de la FNAC responde sobre todo a "la novedad" y "la publicidad". "No es cierto que tenga más oferta y mejores precios", afirma. En cualquier caso, tiene claro que "el gran problema" de las tiendas de discos es "la piratería".

Tatiegi y Pascual coinciden en comentar que sus establecimientos, frente a la FNAC, prestan un servicio "más personalizado". Pero coinciden también en una preocupación: "La FNAC está en terreno municipal y no sabemos en qué condiciones, aunque creemos que no son las de mercado, sino ventajosas. La competencia, desde ese punto de vista, no es nada leal", expone Tatiegi.

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