Los jóvenes del PP reclaman "impulsar una revolución ideológica desde el centro"

Una frase -"Hay que impulsar una auténtica revolución ideológica desde el centro"- incluida en una ponencia -Pasión por la política- resume las pretensiones de la organización juvenil del PP, Nuevas Generaciones, que ayer votó a su nuevo líder, Nacho Uriarte, en un congreso que hoy clausurará Mariano Rajoy.

De revolución habló mucho el candidato Uriarte al pedir el voto a sus correligionarios. Les dijo, por ejemplo: "Quiero encabezar una nueva revolución popular"; "la revolución de los jóvenes será una gran revolución popular, una revolución de libertad, de ganas, de futuro", porque "a este país hay que devolverle la confianza en sí mismo y el PP está en ese empeño".

El PP se define como un partido de centro y ayer tanto sus cachorros como los dirigentes nacionales que participaron en el congreso juvenil insistieron en esa bandera. A primera hora de la mañana, Javier Arenas, presidente de los populares andaluces, recordó "que el PP sólo gana si está en el centro y está cohesionado y unido", por lo que les instó a "dar la espalda a todo el que quiera dividir al partido".

Zaplana: "Se han manipulado informes y destruido pruebas" sobre el 11-M

También por la mañana, un grupo de jóvenes mantuvo un breve coloquio con Rajoy. Le hicieron sólo tres preguntas: sobre los problemas de la inmigración, la unidad de España y el rebrote de la kale borroka. Rajoy criticó la política de inmigración del Gobierno y reclamó que las ayudas que dé España a los países en desarrollo se "condicionen a la colaboración que éstos presten en la lucha contra las mafias que trafican con personas"; recordó que un eje clave de su programa electoral será proponer una recuperación de competencias del Estado, "como está haciendo ahora Alemania", para que "España sea un Estado viable"; y dio su interpretación de lo que significa el aumento "del terrorismo callejero". Según Rajoy, "esto es la demostración inequívoca de que estos señores están en lo que están". En su opinión, "no van a parar hasta no conseguir sus objetivos", por lo que reclamó al Gobierno que sea "absolutamente contundente contra la kale borroka: ni se puede quemar un autobús o un coche, ni se puede atentar contra una emisora de radio o contra un juzgado".

Por la tarde, los mensajes sobre la importancia del centro se alternaron con otros más polémicos. Eduardo Zaplana, portavoz del PP en el Congreso, sirvió uno de cada. Sobre centrismo, les dijo: "No aceptéis nunca que nadie os dé credenciales de demócratas o de centristas. No os hace ninguna falta. Vosotros sois demócratas y centristas por vuestra posición política, por vuestras ideas y por vuestras convicciones".

Ese centrismo, según Zaplana, no queda en entredicho por afirmar, como él hizo ayer ante los jóvenes populares, lo siguiente sobre las investigaciones del atentado del 11-M: "Se han manipulado informes, se han destruido pruebas, y se ha faltado a la verdad. Y una sociedad democrática que se precie tiene que exigir responsabilidades, se quiera o no se quiera. Salvo que queramos tener otra cosa".

Después de Zaplana, y sin mencionar ni el centro ni el 11-M, Gabriel Elorriaga, secretario de Comunicación del partido, hizo un avance del mensaje "de alternativa" con el que hoy clausurará Rajoy el congreso: "Ha llegado el momento de presentar una alternativa" que "no puede estar fundada sólo en la crítica y en la denuncia necesaria de los abusos y engaños del PSOE, sino también sobre un proyecto de futuro para España". Elorriaga puso el acento en convocar a la cantera a construir esa alternativa: "Sólo con una dirección fuerte, con un proyecto político atractivo, permaneciendo unidos y sabiendo llegar a los españoles con un mensaje creíble y basado en auténticas convicciones será posible que las próximas elecciones sean el comienzo de una victoria en las siguientes generaciones".

Mucho menos retórico, su compañero en la dirección popular, Ignacio Astarloa, pidió la implicación de sus cachorros para que el PP pueda "desalojar" pronto al "peor Gobierno de la historia moderna de España", y "pueda recuperar todos y cada uno de los valores que se ha llevado por delante en sólo dos años y medio" José Luis Rodríguez Zapatero. Según él, el presidente "que ha hecho de la división entre los españoles un auténtico programa de Gobierno".