El Papa convoca a los embajadores islámicos para aplacar la tensión
Los radicales fracasan en su intento de organizar una 'jornada de ira'
El Vaticano confirmó ayer que el Papa se reunirá el próximo lunes con los embajadores de países con mayoría musulmana que mantienen relaciones con la Santa Sede. El anuncio se produce el día de la oración semanal de los musulmanes, para el que varios líderes radicales habían convocado una jornada de la ira, en la que debían demostrar la fuerza de su reacción. La manifestación más multitudinaria, en El Cairo, agrupó a unas 1.200 personas.
La reunión es el último esfuerzo de Benedicto XVI para demostrar su voluntad de diálogo, tras explicar que "sentía mucho" las reacciones a su discurso, precisar que el origen de la polémica -la cita de un imperio bizantino del siglo XV- no "reflejaba su pensamiento" sobre el islam, y afirmar su "respeto" hacia esta religión. El Papa no llegó a presentar disculpas, como se lo pidieron los que protestan por sus declaraciones. "El objetivo de la reunión es relanzar el diálogo con el mundo islámico", declaró un representante de la Santa Sede a la agencia Reuters.
El encuentro se enmarca en la reunión que Benedicto XVI mantendrá ese día con el cardenal Paul Poupard, presidente del Consejo para el Diálogo Interreligioso, y dirigentes de la comunidad musulmana en Italia, y se celebrará en Castel Gandolfo, la residencia veraniega del Papa, ubicada a unos treinta kilómetros al sur de Roma. "Nos agrada la invitación, y es seguro que participaremos", declaró ayer el número dos de la Embajada iraní, Ahmad Faihma. "Es una señal positiva del Vaticano. Estoy convencido de que va a mejorar las relaciones con el mundo islámico", añadió. Por su parte, el representante en Italia de la Liga Mundial Musulmana, Mario Scialoja, afirmó que le parece "una buena idea para poner fin a una polémica basada en pocas palabras y sacadas de contexto".
Menos protestas
Con todo, hubo ayer nuevas protestas por las declaraciones del Papa en varios países, aunque no agruparon a tanta gente como en los primeros días que sucedieron al discurso que el Papa pronunció la semana pasada.
Yusef Al Qardaui, dirigente de la Unión Mundial de Sabios Islámicos, compuesta por destacados clérigos de todo el mundo musulmán, había declarado ayer una jornada de la ira para contestar a las palabras de Benedicto XVI.
En el Cairo, alrededor de 1.200 personas protestaron en el recinto de la mezquita de Al Azhar. Entre dos pilares, una bandera proclamaba: "Musulmanes, ¡despertaos! ¡Es una conspiración entre el Papa y Bush!". Unos 300 musulmanes llevaban carteles contra el Papa en una marcha pacífica en Malaisia, donde se oyeron consignas exigiendo la dimisión de Benedicto XVI. Asimismo, centenares de palestinos y árabes israelíes participaron en diferentes concentraciones en Jerusalén y Tel Aviv. Una de las manifestaciones tuvo lugar a mediodía en la mezquita de Al Aksa, tercera en la jerarquía del islam, donde se reunieron unos 300 palestinos.
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