El conservador Kasczynski busca socio de Gobierno en Polonia

Los cuatro meses de la precaria coalición gubernamental conservadora de Polonia concluyeron ayer con la abrupta destitución de un viceprimer ministro populista de izquierda, Andrzej Lepper, que calculó mal las consecuencias de su enésimo hostigamiento al hombre fuerte del momento, Jaroslaw Kasczynski, jefe del Gobierno. Éste deberá esperar al menos una semana para saber si consigue formar una nueva coalición que le permita seguir con su cuestionado proyecto de reforma de la vida política o tendrá que convocar elecciones anticipadas.

La caída de Lepper era sólo cuestión de tiempo. De origen izquierdista y base electoral rural, el líder del partido Autodefensa era un enano político cuyas estridencias y continuas disputas han agotado la paciencia del maniobrero Kazcynski. La que acabó con el precario pacto ha girado en torno a la decisión de Kazcynski de enviar mil soldados a Afganistán sin consultar. Lepper se oponía a ese despliegue, al igual que a la presencia polaca en Irak, y reclamaba que el dinero dedicado a esos objetivos se empleara en aumentar los sueldos en educación y sanidad.

"No ha dejado de ser un aventurero", acusó el primer ministro. "El partido Ley y Justicia ha dado un golpe de estado", replicó Lepper, que acusó a su rival de intentar comprar sus diputados.