'Salvador'
Así eran las cárceles, los comisarios de la brigada político social y sus ayudantes, los policías, los tribunales militares... Exactamente así era el mundo claustrofóbico durante los estertores del franquismo: un mundo gobernado por mediocres, tiranos y tiranillos, machotes de bala y puño, señoritos Ivanes (como el que interpreta magníficamente Juan Diego en Los santos inocentes), caciques de escapulario, meapilas y subalternos sin escrúpulos con mando en plaza, que hicieron irrespirable el aire social y castraron nuestras ilusiones de libertad cuando más tiernas son, en los años jóvenes. Yo era estudiante universitario cuando algunos catedráticos nos daban clase con la policía en la puerta de las aulas e incluso dentro. Viví en la calle el momento en que Enrique Ruano cayó accidentalmente por la ventana de una comisaría y muchas veces tuve que salir por piernas aterrorizado, huyendo con rabia contenida del Fuero de los Españoles y de sus cancerberos. Fuera de casa, paseábamos con miedo, hablábamos con miedo, nos mirábamos con miedo, leíamos y escribíamos con miedo. Recuerdo miedo y silencio. Resulta casi insultante que todavía hoy, en el Parlamento, se sienten en los escaños de la derecha española representantes públicos que se niegan a condenar abierta y públicamente el régimen político cuya atmósfera refleja la película con absoluta fidelidad. A todos los que la han hecho posible, gracias.
