España, Italia y Francia aplazan la propuesta europea de arrancar viñas

La comisaria de Agricultura y Desarrollo Rural, Mariann Fischer Boel, comunicó ayer a los ministros de Agricultura de los Veinticinco su propósito de aplazar la reforma de la Organización Común del Mercado (OCM) del vino, que suponía el arranque de 400.000 hectáreas de viñedo. España, Francia, Italia y otros ocho países de la UE habían expresado su oposición a la propuesta de la Comisión.

La Comisión efectuará nuevos estudios sobre la situación del sector para elaborar una nueva propuesta de reforma que podría entrar en vigor en la campaña 2008-2009, según señaló la comisaria de manera indicativa. La ministra española de Agricultura, Elena Espinosa, manifestó ayer su satisfacción por el retraso. "Teníamos como objetivo tener más tiempo para explicar bien la reforma al sector y lo hemos conseguido".

Espinosa advirtió que "el arranque de viñas no supone en si mismo una mejora de la competitividad" y advirtió del riesgo que suponía que el hueco producido en el mercado por las viñas arrancadas fuera ocupado por la producción de los nuevos países emergentes. En su opinión "el arranque no tiene que ser un objetivo por si solo, aunque puede valer para algunos casos concretos".

La ministra destacó las mejoras registradas en España durante los últimos años en la producción de vino con las nuevas denominaciones de origen que habían logrado una gran aceptación internacional y de los consumidores. "Ahora tenemos unos productos competitivos que hace dos o tres años, no teníamos", señaló. La titular de Agricultura aseguró "que la destilación de alcohol para uso de boca había que mantenerla. No se puede decir que es quemar el producto, sino que se trata de una elaboración de subproductos".