Iberia pacta con Globalia seguir dando asistencia en tierra a terceros en El Prat

Iberia seguirá dando asistencia en tierra a terceros en el aeropuerto de Barcelona, donde perdió la licencia el pasado julio, a través de un acuerdo para formar una unión temporal de empresas (UTE) con Globalia, que sí la mantiene. Con este pacto, permanece en la empresa el 85% de los 1.800 trabajadores de tierra de Iberia, según fuentes del sector. Algunos de ellos se plantaron el 28 de julio en las pistas de El Prat y provocaron el cierre del aeropuerto al temer por sus puestos de trabajo. El acuerdo implica que Iberia aporta su volumen de negocio propio, el de su filial Air Nostrum y la nueva línea de bajo coste Clickair. El resto de los empleados pasarán a la UTE o bien a las otras dos concesionarias.

El acuerdo empresarial entre Iberia y Globalia quedó perfilado la semana pasada, a falta de algunos detalles que anoche se seguían negociando, según las fuentes consultadas. La fórmula jurídica que trata de resolver el conflicto de Iberia con sus trabajadores de tierra en Barcelona cuenta, según las fuentes, con el visto bueno del Ministerio de Fomento, que ayer declinó pronunciarse al respecto.

El secretario general de Comunicación y Transportes de Comisiones Obreras en Cataluña, José Luis Moure, va un paso más allá y afirma que el pacto ha sido "apadrinado" por el departamento que dirige Magdalena Álvarez.

Iberia perdió en julio la licencia para suministrar combustible y trasladar las maletas de otras aerolíneas en El Prat. Ganaron el concurso Globalia (Air Europa), Newco (Spanair) y Flightcare (de la constructora FCC).

El resultado del concurso será comunicado formalmente esta misma semana a las empresas, que tienen un periodo de transición de tres meses para poner en marcha su actividad, según explicó ayer el secretario general de Transportes, Fernando Palao.

Globalia se presentó en una UTE (en la que tiene el 95%) con Servicios Portugueses de Handling (SPDH, de la que posee el 50,1% del capital). Hasta ahora Globalia prestaba ese servicio en Barcelona junto con FCC, bajo la marca Eurohandling.

Ahora dará entrada a Iberia de modo que la mayor parte de sus trabajadores en Barcelona se queda en la empresa para dar asistencia como mínimo a los aviones de Iberia, Clickair y Air Nostrum. Además, la antigua compañía de bandera aporta sus medios técnicos para realizar el servicio.

El resto de clientes que tiene ahora Iberia en Barcelona deberá decidir si pasa a la nueva asociación o elige alguna de las otras concesionarias (Newco o Flightcare). Si fuese éste el caso, los trabajadores adscritos al servicio de una aerolínea concreta serán asumidos por una de esas empresas, porque así lo establece el convenio colectivo del sector.

Invasión de las pistas

Pese a ello, los empleados de tierra de Iberia en El Prat consideraron en julio que la pérdida de la licencia de handling por parte de Iberia ponía en cuestión sus condiciones de trabajo. Dejaron de trabajar, se lanzaron a ocupar las pistas, se canceló un millar de vuelos y unas 100.000 personas se vieron afectadas.

El conflicto (en el que medió Fomento, al igual que unas semanas antes en la huelga de pilotos) se zanjó provisionalmente con el compromiso de Iberia de realizarse a sí misma el servicio (el llamado autohandling).

Pero como la actividad de la antigua compañía de bandera en Barcelona va a ser sustituida paulatinamente por la nueva compañía de bajo coste en la que participa Iberia, Clickair, el acuerdo con los trabajadores incluía también la asistencia a ésta.

Fomento ya expresó en agosto sus reticencias ya que la ley no lo permite. La UTE con Globalia sortearía, en principio, esas dificultades legales.

Otra de las polémicas abiertas sobre El Prat, la relativa a la participación de la Generalitat de Cataluña en su gestión, deberá esperar hasta que el Gobierno presente su nuevo modelo aeroportuario, tras las elecciones autonómicas catalanas, el 1 de noviembre. Eso sugirió ayer Palao, al señalar que el periodo preelectoral "no parece que sea el mejor momento para alcanzar un consenso", en el marco de unas jornadas sobre Economía de las Infraestructuras celebradas en la Fundación Rafael del Pino, en Madrid.

El secretario general de Transportes insistió en defender el modelo de gestión en red de los aeropuertos, que según dijo hace que los beneficios económicos sean un 25% superiores a los obtenidos en un modelo individualizado o descentralizado, independientemente de que la propiedad sea pública o privada.