Los genetistas dicen que sólo la intervención de Maeso explica el brote de hepatitis
Los peritos genetistas aseguraron ayer ante el tribunal que "científicamente no hay otra explicación a la causación del brote de hepatitis C que la intervención de Maeso". Esa afirmación puso prácticamente final al interrogatorio que el fiscal realizó en el juicio contra el anestesista Juan Maeso por el contagio masivo del virus de la hepatitis C en cuatro hospitales valencianos a los científicos Fernando González y Andrés Moya. Ambos afirmaron que "eso implica que Maeso ha tenido que intervenir en todos los casos incluidos en el brote".
La pasada semana las sesiones dejaron en el aire la validez del estudio científico, dado que en 25 de los casos la fecha de contagio señalada por los peritos no coincidía con la fecha por la que acusa el ministerio público. Ayer, a preguntas del fiscal, González y Moya defendieron la exactitud de su investigación. Según expusieron, fueron 273 los estudios de datación realizados. De ellos, en 164 casos el acierto fue absoluto (60,07%). Añadieron que, después de tener algunos datos aportados por la fiscalía de los que no habían dispuesto anteriormente, a esos aciertos se añaden 84 más, es decir un 30,77%. Eso supone que de los 273, el acierto en la datación se da en 248 casos, un 90,84%.
Ni tatuajes ni dentista
Quedan fuera los 25 afectados (un 9,15% del total) cuyas fechas no cuadran. Los genetistas explicaron que 11 de esos 25 afectados (el 44%) pertenece a un grupo del que ya se preveía que iba a haber equivocaciones por la evolución del virus. De esos 11 casos, en ocho se mantiene el mismo patrón de comportamiento aunque haya discordancias en la fecha de contagio señalada por el fiscal y la referida en el estudio científico. Pero, dijeron, responde a patrones de variación perfectamente evaluables. Otros dos casos, son pacientes cuyas intervenciones de riesgo resultaron demasiado antiguas para hacer una valoración adecuada. Y en uno de los casos, la diferencia fue sólo de un mes.
Así las cosas, sólo 14 casos serían fallidos. Sin embargo, los genetistas detallaron que en tres la diferencia temporal era muy escasa; que en otros tres la detección del virus dio negativo, por razones según ellos científicamente explicables; y que en tres más, podría ser una reinfección. Sin explicación admitieron cinco casos de los 275 (uno ha saltado de la causa porque era un menor contagiado por su madre que negativizó el virus). Ello supone el 1,83%. "Eso es un éxito absoluto", dijeron los genetistas. Según ellos, ni siquiera al iniciar el trabajo imaginaron que podrían alcanzar ese grado de certeza.
Además, los genetistas dijeron ayer que el contagio, sangre con sangre, en ningún caso pudo producirse por tatuajes, prácticas bucodentales, partos, cortes en depilación o peluquería. Y que el virus de Maeso era el más antiguo. La defensa, que rechaza absolutamente el método y las conclusiones y que discute la validez científica del trabajo, inicia hoy su interrogatorio.
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