Lo que queda de Europa
Avalanchas
Europa ya no termina en los Pirineos, pero sí en el estrecho de Gibraltar, así que el sur de España es el puerto natural de arribada de la desesperación africana. Para qué mencionar ahora a Frantz Fanon o al René Dumont de El África negra ha empezado mal, un libro donde estaban las claves de lo que está ocurriendo, si lo explican tan bien los políticos. José Blanco, por ejemplo, afirma sin tapujos que "el mercado laboral no puede absorber más sin papeles", mientras que, en Francia, Sarkozy aúlla que Zapatero no puede pedir ayuda a Europa ya que fue el creador del efecto llamada. Ni efecto ni llamada. Pese al coladero de presuntos ilegales de los países del Este que llegan a nuestro país por la frontera del Norte, ¿dónde pueden embarrancar los cayucos a la deriva en el Atlántico? ¿En Boston? Los que fueron colonizados asedian la puerta de entrada de sus antiguos colonizadores. Para ocuparse de sus retretes, si les dejan.
Letra pequeña
En la prensa escrita abundan esa clase de noticias breves susceptibles de ocupar mayor espacio al hilo de su posible desarrollo. Así, sin otra intención que atender a la casualidad, el lector de prensa se entera, de una sola tacada, de que la Confederación Española de Organizaciones de Personas con Discapacidad Intelectual (a la que, por supuesto, pertenezco), considera que 230.000 de las 280.000 personas afectadas podrían quedar fuera del futuro Sistema Nacional de Atención a la Dependencia, esto es, fuera del presente; que la Unión Europea sugiere subvencionar las frutas y verduras en los colegios para evitar la obesidad infantil, en lugar de prohibir la incitación al consumo de comida basura por ese mismo e indefenso colectivo, y, en fin, que Líbano demandará a Israel ante el Tribunal Penal Internacional por la marea negra causada por los bombardeos del pasado mes de julio. Noticias pequeñas para grandes, enormes realidades.
Rubianes
No hay duda de que el actor Pepe Rubianes es un tipo simpático y campechano, muy dado a las bromas verbales, que no siempre mide el alcance de sus palabras. Lo que dijo en TV-3 sobre España responde a uno de esos momentos de entusiasmo indiscriminado que a veces le asaltan, aunque esté claro qué se refería más bien a cierta idea de España. Que eso iba a ser aprovechado por los Federicos de guardia estaba cantado: razón de más para no suministrar pretextos a esa gente para hozar a su gusto. Otra cosa distinta es programar en un teatro municipal de Madrid una obra de García Lorca y recibir a cambio toda clase de insultos y amenazas. Y Rubianes hace bien en retirar su obra de cartel, por si acaso, aunque otra vez se equivoca cuando afirma que no desea acabar como el poeta. En fin.
Irak, otra vez
No creo que sea Bush Bis el que escribe las barbaridades que le hacen decir, pero entonces todavía es peor, ya que se supone que dispone de un amplio equipo de asesores tan estúpidos como él. No quiere el hombre retirarse de su destrozada pieza, ya que "sean cuales sean los errores cometidos en Irak, el peor sería pensar que si nos retiramos, los terroristas nos dejarán en paz". Y eso lo dice en el aniversario del 11-S, una masacre de cuya autoría el propio presidente ha desvinculado a Irak. Claro está que el mundo sería mejor si no hubiera terroristas, pero la gente está cada vez segura de que sería igualmente mejor si a tipos como Bush o Rumsfeld les fuera más dificultoso acceder a puestos clave de responsabilidad política. Así las cosas, no extraña que añada que "no se trata de un choque de civilizaciones, sino de una lucha por la civilización". Como demuestran Guantánamo o Abu Ghraib, entre otros disparates.
Pero, hombre, Zaplana
Curioso que con la de que cosas que tiene que callar o acallar, Eduardo Zaplana se haya convertido en portavoz de su partido. El otro día desgranó ante Pérez Rubalcaba las cuatro tonterías prendidas con alfileres que apuntarían hacia una tremenda conspiración en los sucesos del 11-M. La cosa es sencilla: PSOE, las Fuerzas de Seguridad del Estado y ETA se ponen de acuerdo para desalojar al PP del Gobierno mediante un terrible atentado que harán pasar por islamista, con la cooperación necesaria de media docena de chorizos. Si les sale bien, ya tendrán tiempo de repartirse el botín, aunque haya que suicidar a los autores materiales del hecho. De ahí que Rajoy, en su entrevista con Gabilondo, insista en "saber realmente lo que pasó", lo que quiere decir que lo que se sabe sobre lo que pasó no es real, y lo que no se sabe sí lo es. El PP se autorretrata así sin saberlo.
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