Cuatro ataques a cajeros en una noche confirman el rebrote de la 'kale borroka'

Los episodios de kale borroka, reaparecidos en las calles del País Vasco desde que, a mediados de agosto, ETA emitiera un comunicado amenazante en el que advertía de la "reversibilidad" del proceso, se han recrudecido y vuelven a tener una insistente frecuencia al llegar los fines de semana. En la noche del viernes y a lo largo de la madrugada de ayer fueron atacados cuatro cajeros automáticos de diferentes entidades bancarias en las localidades vizcaínas de Getxo y Amorebieta, así como en Oiartzun (Guipúzcoa). Mientras, en Andoain, un grupo de violentos formaron una barricada de fuego al quemar varios contenedores de basura, obligando a intervenir a los bomberos.

El ataque más grave de los encapuchados se produjo, pasada la medianoche, en la avenida Salsido de Getxo. Su objetivo eran sendos cajeros automáticos de las sucursales de la BBK y otro de BBV, ubicadas en los bajos del mismo edificio de viviendas. El impacto de la doble explosión provocó un incendio que, aunque no llegó a causar daños personales, provocó cuantiosos daños materiales e hizo que varios de los vecinos abandonaran el inmueble.

Fue un desalojo voluntario, ya que los bomberos controlaron con rapidez el fuego que siguió a la doble explosión. Sin embargo, al contemplar el humo que salía de los bajos, algunos residentes optaron por salir a la calle. Una vecina describió así la situación creada: "Se escuchó un ruido seco y muy potente. La gente salía por todos los sitios muerta de miedo".

El alcalde de Getxo, el peneuvista Iñaki Zarraoa, mostró ayer su consternación y afirmó que tiene el convencimiento de que, "aunque digan que no la amparan", si quisieran los dirigentes de Batasuna, la violencia callejera "desaparecería enseguida".

Otros ataques sembraron también el miedo en localidades vascas. En Oiartzun (Guipúzcoa) se produjo pasadas las diez de la noche, en la calle San Esteban, al impactar un artefacto contra un cajero de Kutxa, que provocó un fuego que sofocaron los propios vecinos.

En la localidad vizcaína de Amorebieta, el ataque se produjo pasadas ya las dos de la madrugada. Varios encapuchados arrojaron botellas con líquido inflamable contra un cajero de la BBK en la calle Txiki y Otaegi, donde causaron importantes daños materiales.

La violencia callejera suma más de una veintena de ataques en el último mes, entre los que destaca el perpetrado contra la sede del partido socialista en San Sebastián, hace una semana. Esta oleada ha disparado todas las alarmas en los partidos vascos, que advierten de la incompatibilidad de la kale borroka con el proceso de paz.

El portavoz del PSE, Rodolfo Ares, reclamó a los dirigentes de la izquierda abertzale que "digan con toda claridad que rechazan este tipo de actos".