PNV y EA tratarán de preservar al Gobierno de la ruptura de la coalición

Pese a la ruptura de la coalición electoral a iniciativa de EA, tanto el PNV como sus socios coinciden en la voluntad de preservar al Gobierno de cualquier consecuencia derivada de ella. La presidenta de EA, Begoña Errazti, aseguró tras la asamblea celebrada la víspera, que está zanjado el debate de la coalición y pero que su partido ve factibles pactos postelectorales con el PNV. Defendió asimismo la colaboración de ambos en el Ejecutivo vasco.

Las consecuencias no se verán de inmediato, pero se írán haciendo patentes según avancen los meses y la necesidad de cada uno de los dos partidos de marcar su propio perfil y diferenciarse del otro en la pugna por un electorado que es común. Los equipos de ambas formaciones en el Gobierno habrán de redoblar sus esfuerzos para blindar al Ejecutivo y tratar de que éste agote su mandato, en abril de 2009, tal y como PNV y EA parecen interesados de momento en que ocurra.

La presidenta de EA, Begoña Errazti, mantuvo ayer un discurso conciliador de puertas adentro y dio por sentado, además, que la colaboración con el PNV puede encontrar una formulación postelectoral tras los comicios municipales y forales de mayo próximo, pese a concurrir a los comicios en listas separadas.

Al contrario que otros sectores de EA partidarios de la colaboración con el PNV, Errazti consideró zanjado el debate interno que ha agitado a su partido. Tras el encendido debate en la asamblea nacional celebrada la víspera en Vitoria, la presidenta de EA prefirió ayer mirar hacia adelante y se mostró abierta a pactos postelectorales con su actual socio en el Gobierno vasco.

Tampoco cerró las puertas al mantenimiento de la actual colaboración Markel Olano, representante en el Euskadi Buru Batzar (EBB) de Guipúzcoa, el territorio que resultaría más afectado por la decisión. La decisión de EA, declaró Olano, "no rompe" el espacio político que comparten, porque lo importante es seguir por el mismo camino, "se vaya en coalición o no".

Errazti aclaró, en esta misma línea, que EA preservará su alianza en el Gobierno vasco y su apoyo al lehendakari para "seguir caminando" en la defensa del Plan Ibarretxe así como en el "avance de la soberanía". Y aunque asumió que ella es partidaria de esta "confluencia de intereses nacionales vascos" con su actual socio, pese a ser la opción derrotada, no decartó que la "confluencia" pueda producirse "de otra manera". Dejaba así abierta la líea de aproximación a la izquierda abertzale que defienden los partidarios de ir en solitario en 2007.

La contundencia con la que Errazti dio por zanjado el debate tras la asamblea del jueves no es compartida por el sector crítico, que defiende la coalición estratégica con el PNV. A sus tesis se ha aproximado esta vez la presidenta, sin que le hayan seguido en este viraje sus colaboradores más íntimos, que se han mantenido firmes en las posiciones oficiales.

Los críticos insisten en que la asamblea informativa demostró que existe una importante corriente favorable a sus tesis. Y reclaman, al menos, sea la asamblea, el maximo órgano entre congresos, el que, en última instancia, tome la decisión por lo que no descartan solicitar una reunión extraordinaria.