Broadway levanta el telón

La temporada de musicales de Broadway saborea estos días el mejor de los preludios posibles gracias al New York Musical Festival. Mientras los grandes montajes de la temporada comienzan sus previews (ensayos con público), este festival, que se extiende hasta el 30 de septiembre, ofrece una treintena de pequeñas producciones de las que en un futuro podrán salir los grandes éxitos de Broadway. Destaca Gutenberg: The Musical, que al estilo del célebre Los productores, narra las peripecias de dos empresarios que quieren montar un musical sobre el creador de la imprenta. Smoking Bloomberg, que ya ha cosechado algunas de las mejores críticas, utiliza la prohibición de fumar en público impuesta por el alcalde neoyorquino para criticar la pérdida de personalidad que está sufriendo Nueva York mientras que María María ofrece una versión modernizada de la vida de la prostituta bíblica.

Pero los amantes del género esperan con ansiedad los grandes estrenos del año. En Broadway el público no perdona, como demostraron los bajos ingresos por taquilla del pasado año. De ahí que innovar transformando en musical el mítico disco de Bob Dylan The Times They are A Changin, con montaje de la coreógrafa Twyla Tharp y con arreglos del propio Dylan, tenga que compensarse con reposiciones de alto nivel como Los Miserables y A Chorus Line. El año pasado el musical Lennon, basado en las canciones del beatle, se estrelló, al igual que Lestat, basado en temas de Elton John. No obstante, Twyla Tharp consiguió que su anterior producción para Broadway, Movin Out, basado en música de Billy Joel, fuera un éxito así que hay muchas expectativas puestas en el montaje The Times They are A Changin. A su favor juega también que Dylan vuelve a estar de moda tras encaramarse al número uno de las listas de ventas con su nuevo disco Modern Times. Mary Poppins, basado en la película homónima que protagonizó Julie Andrews, es otra de las grandes apuestas de la temporada así como High Fidelity, basado en el libro homónimo de Nick Hornby, que Stephen Frears llevó al cine.

Las reposiciones de A Chorus Line y Los miserables también son significativas. Ambos montajes fueron hitos hace dos décadas, con más de 15 años en cartel.