La educación en casa sale del armario
A mí la paternidad me llegó tarde. Soy lento en respuestas y no me enteré de que había tenido hijos hasta que la mayor tenía cuatro años y el pequeño dos. Mi pareja y yo nos replanteamos su educación y finalmente decidimos desescolarizarlos. Descubrimos todo un mundo de madres y padres que habían llegado a la misma solución y que habían constituido una asociación -ALE, www.educacionlibre.org- para defender los derechos de la educación en familia. Desde entonces hemos conocido a un montón de padres que cuando se reúnen hablan de pedagogía, de referentes legales y estudios extranjeros, de John Holt, de educación por proyectos, de constructivismo, de comunidad escolar. Pero también de la dificultad que supone que sólo entre un ingreso en casa, de sus problemas para evitar las denuncias por absentismo escolar. Gente hablando de cómo afrontar la visita del asistente social, o cómo elaborar la carta para comunicar a la escuela la decisión que han adoptado. Los padres que ya tienen hijos adolescentes viven preocupados: saben que si sus hijos deciden estudiar el bachillerato no se les permitirá acceder a los exámenes de graduado en secundaria hasta los 18 años. En definitiva, madres y padres que lo único que piden es que se les reconozca su derecho para buscar una alternativa a la escolarización tradicional, que se tenga en cuenta el artículo 27, apartado 1 de la Constitución (1. Se reconoce la libertad de enseñanza). Familias que queremos salir de una vez por todas de este estado de alegalidad e incertidumbre que vivimos. Es por eso que el día 14 de septiembre hemos decidido reivindicar nuestros derechos, salir del armario e ir juntos a la plaça Sant Jaume para celebrar el día de la educación en familia.
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