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Reportaje:Fórmula 1 | Gran Premio de Italia

"Sin Schumacher igual gana el deporte"

Alonso ironiza sobre "un gran campeón y un gran rival" y clama contra su sanción

Fernando Alonso arremetió duramente contra su sanción nada más llegar al circuito. "Amo el deporte, amo a los seguidores que están aquí, muchos venidos desde España, pero ya no considero a la F-1 como un deporte", afirmó mientras mostraba el dedo pulgar hacia abajo, como un condenado. "A la vista del vídeo, si lo que hago yo con Massa es una obstaculización voluntaria, a partir de ahora vamos a tener muchos problemas de clasificación. No sé cómo vamos a correr. No sé qué vieron los comisarios", añadió al tiempo que se remitía a los titulares de la prensa italiana, que no compartía su castigo. Más tarde, refiriéndose a Schumacher, ironizó: "Perderemos un gran campeón y un gran rival, pero igual gana el deporte".

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"Estamos ante un Mundial decidido sobre una mesa", abundó Flavio Briatore, el director de Renault. "Con lo que ocurre en la F-1, lo acontecido en el calciopoli [fraude en el fútbol italiano], comparativamente, nos da risa. La rotura del motor no es el problema. Lo extraño es lo acontecido antes de la prueba", insistió; "hemos comprendido cómo van las cosas. Ya está todo decidido. Lo han escrito, lo han dicho. Ahora están comenzando a hacerlo. Han decidido dar el Mundial a Schumacher y así será. Lo que queda de campeonato depende de contra quién debamos luchar. Si es sólo contra Ferrari es una cosa. De lo contrario...".

Las acusaciones de Renault hacia la Federación Internacional de Automovilismo de favorecer a Ferrari fueron rebatidas por el propio presidente de la FIA, el británico Max Mosley: "Él [Alonso] siempre dice estas cosas que ningún deportista debe decir cuando está caliente. Los comisarios se limitaron a aplicar el reglamento". Schumi, mientras tanto, recordaba que nunca ha puntuado en China, la próxima cita, prueba que Pedro Martínez de la Rosa aún no sabe si correrá con McLaren-Mercedes.

"Quedan tres carreras y partimos como favoritos". Alonso recuperó el ánimo mientras en los talleres de Renault aumentaba la indignación. "Tenemos dos puntos de ventaja. A ver si a partir de ahora, cuando las distancias son tan cortas, nos dejan tranquilos", argumentó en un mensaje dirigido a los comisarios. "Hay que buscar el lado positivo", insistió en declaraciones a Tele 5; "en Hungría estuvimos por delante de Ferrari, aunque una tuerca nos dejó fuera de la prueba; en Turquía acabé por delante de Schumacher, y hoy estábamos en condiciones de ganar, o así lo indicaban los simuladores, si no hubiera pasado lo que ha pasado. La ventaja de Ferrari ya no es tan grande y creo que en China, Japón y Brasil somos favoritos".

Alonso procuró combatir el fatalismo que ha vivido en territorio Ferrari con un discurso optimista. El español había encontrado a finales de agosto, en Turquía, el punto de inflexión. Schumacher le había ido recortando la diferencia de 25 puntos (Canadá) hasta diez (Hungría). Llegados a Estambul, sin embargo, el asturiano amplió de nuevo la distancia a 12 y se presentaba en Monza como aspirante al triunfo porque competía con un motor mejor y los neumáticos Michelin parecían tan aptos como los Bridgestone en una tanda larga. Las previsiones se rompieron en los entrenamientos y desde el viernes Alonso sufrió una concatenación de adversidades: un pinchazo en la cronometrada; una sanción por perjudicar a Massa, que le desplazó del quinto al décimo puesto de la parrilla, y la rotura del motor, ayer, después de una excelente remontada cuando parecía tener garantizado el tercer puesto.

"La rotura del motor siempre duele, sobre todo cuando es inoportuna", aseveró Alonso. No es frecuente que le ocurra al español -suma 22 abandonos en 85 carreras-, aunque este año no ha acabado dos de los últimos tres grandes premios: el de Hungría y el de Italia, decepciones sólo comparables con la retirada en Canadá en 2005 y la avería en Bélgica en 2004. Aun así, el español entiende que la carrera de Monza "la decidió la penalización del sábado".

Fernando Alonso, a su llegada al circuito, muestra su pulgar hacia abajo como protesta contra su sanción.
Fernando Alonso, a su llegada al circuito, muestra su pulgar hacia abajo como protesta contra su sanción.EFE

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