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Málaga dispone de agua para nueve meses y niega superar el consumo legal en sequía

El Ayuntamiento prevé que sus necesidades de abastecimiento crezcan un 29% en diez años

Fernando J. Pérez

El Ayuntamiento de Málaga afronta el inicio del otoño mirando al cielo. Con las reservas de agua de que dispone en la actualidad, el abastecimiento en la ciudad está garantizado únicamente hasta el mes de mayo. Si no llueve en octubre, noviembre y diciembre, época de mayores precipitaciones en la Costa del Sol, los gestores municipales del agua se plantean reabrir pozos de emergencia de la gran sequía de 1995 y, como último recurso, traer barcos cuba. El municipio niega haber superado los límites de consumo fijados en el decreto de sequía vigente desde noviembre.

Durante el verano la Consejería de Medio Ambiente, dirigida por Fuensanta Coves, acusó repetidamente al Ayuntamiento de rebasar los 230 litros por habitante y día que prevé el decreto 240/2005. El Ayuntamiento dice que su consumo medio es de 210 litros y que el baile de cifras tiene que ver con distintos métodos de contabilidad.

El Consistorio contraatacó afirmando que la Cuenca Mediterránea Andaluza tarda mucho en dar el visto bueno al Plan municipal de Actuación en Época de Sequía. El Ayuntamiento de Málaga tiene redactado desde el 16 de diciembre de 2005 dicho documento, cuya aprobación por el organismo de cuenca autonómico es vinculante para poder iniciar las obras de emergencia.

El plan de sequía establece cuatro niveles de actuación en función de las reservas útiles de los pantanos de Guadalteba, Conde del Guadalhorce y del Limonero. El primer nivel y segundo nivel, denominados Alerta y Sequía, se activan cuando las reservas útiles permiten el abastecimiento durante 24 y 15 meses respectivamente.

El tercer escalón, Emergencia, es el que sufre Málaga en la actualidad, y se activa cuando los pantanos no garantizan agua para los siguientes diez meses. En esta fase se busca reducir la demanda de agua un 10% respecto al ejercicio anterior. Para ello se intensifican las campañas de ahorro, se establece un plan de gestión para explotar recursos hídricos extraordinarios y se buscan infraestructuras que aumenten las reservas a corto y medio plazo. Además, se cortará el suministro en centros y edificios públicos, colegios e instalaciones deportivas de 20.00 a 8.00. Estas medidas se combinan con sistemas de bonificación a los grandes consumidores que reduzcan su consumo.

Recursos extraordinarios

A la cuarta y definitiva fase, llamada "Extraordinaria", se encamina la capital malagueña si las lluvias no llegan este otoño. Se implantará cuando los recursos ordinarios disponibles bajen de 27 hectómetros cúbicos, esto es, para menos de seis meses de suministro. En esta etapa se promoverá el uso extensivo de recursos extraordinarios, como los pozos de Perales, Puente Rey e Intelhorce, con agua de ínfima calidad, y la posibilidad de transportar agua en barcos de 50.000 metros cúbicos.

En esta fase profunda de sequía, se reducirá la presión en el suministro y los cortes de agua en edificios públicos, centros educativos y deportivos se ampliará de 16.00 a 8.00. Además se reducirá el volumen utilizable en aljibes comunitarios hasta el equivalente a 100 litros por vivienda. El corte del suministro a los hogares se implantará sólo si las reservas se agotan. "Quitar el agua de la red es una medida horrible que sólo lleva a un mayor consumo, ya que la gente llena aljibes y bañeras y luego tira el agua, cuando vuelve el suministro. Además, cortar el agua produce problemas en las conducciones por el aire que entra en ellas".

Para 2016, Málaga ha solicitado la concesión de todos sus caudales ordinarios actuales más la ampliación de aguas superficiales del río Grande y de la presa de Casasola, que debería estar almacenando agua desde hace cinco años. Con ello pretende pasar de sus 78,6 hectómetros cúbicos anuales a 101,75, un aumento del 29%, suficiente para una población estimada de 725.000 habitantes. El plan de emergencia describe los recursos hídricos con que cuenta la capital malagueña. De los recursos ordinarios, Málaga sólo dispone de concesión a perpetuidad de 1,5 metros cúbicos por segundo de los embalses de Conde del Guadalhorce y Guadalteba, lo que suponen 47,3 de los 78,6 hectómetros cúbicos anuales usados por la ciudad.

Pérdidas en el campo

La sequía y las altas temperaturas del mes de septiembre han causado "pérdidas del 20%" en la vendimia malagueña, según la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG). El secretario provincial de este sindicato agrario, Juan Antonio García, informó a Europa Press de que en la campaña de este año se prevé recoger unos ocho millones de kilos de uva fresca, cuando en una temporada normal la producción asciende a 10 u 11 millones de kilos. Además, este año, el tamaño de la uva es menor y el vino saldrá con mayor graduación alcohólica.

García apuntó que las 2.500 hectáreas dedicadas a pasas se han visto afectadas por la escasez de agua, produciendo menos de mil toneladas en lugar de las 1.500 que se producen en un año normal. Las altas temperaturas provocaron que la vendimia de este año se adelantara tres semanas.

García resaltó que la producción de cebolla ha caído a la mitad, y que la recogida del limón fino y la naranja, que se suele llevar a cabo a mediados de octubre, se retrasará un mes, hasta mediados de noviembre en espera de que llueva para que alcancen el calibre comercial. "Si no llueve se perderá todo, como el año pasado", alertó.

Argumentos de la Junta y del Ayuntamiento

-En el mes de junio, según la Cuenca Mediterránea Andaluza, cada malagueño consumió 255 litros de agua diarios. La primera semana de agosto fueron 258 litros; la segunda, 256, y la tercera, 243.

-De haberse respetado la normativa, Málaga habría ahorrado 43 millones de litros de agua, según el delegado de Medio Ambiente, Ignacio Trillo.

-La Junta amenazó al Ayuntamiento con sanciones si no limitaba el consumo de agua hasta 230 litros por persona y día.

El Ayuntamiento sostiene que se ha ceñido a los límites legales y asegura que el consumo actual es de unos 210 litros por habitante y día.

-La disparidad de cifras se justifica, según el Ayuntamiento, en los métodos contables. "Mientras que la Junta divide el consumo total entre una población flotante de 620.000 habitantes, nosotros medimos la población mediante el método de la cantidad de residuos sólidos urbanos recogidos".

-Según la empresa de aguas malagueña, Emasa, el consumo se ha reducido desde los 2.200 litros por segundo a unos 1.700. En lo que va de año, se ha ahorrado un consumo equivalente a 85.000 personas.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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