Un atentado sectario mata a 37 personas en India

La violencia sectaria volvió a sacudir ayer al Estado indio occidental de Maharashtra. Al menos 37 personas murieron y más de un centenar resultaron heridas en una serie de explosiones ocurridas entre una mezquita y un cementerio musulmán de la ciudad de Malegaon. Las tres bombas estallaron justo cuando los fieles regresaban a sus hogares tras asistir a la oración del viernes, hacia las 13.50, hora local (10.20 en la España peninsular). India ha declarado el estado de alerta en distintas regiones.

El ministro indio del Interior, Shivraj Patil, tras visitar el lugar, dijo que se trata de un atentado terrorista que seguramente pretendía crear división y tensiones en esa zona. El Gobierno impuso el toque de queda en la ciudad para impedir que la población se concentrara anoche en el cementerio musulmán, ya que ayer se celebraba Shab e Barat, que literalmente significa Noche de Fortuna, día en que los musulmanes acuden a los cementerios a visitar a sus difuntos.

Tras el estallido de las bombas se produjeron escenas de pánico. La gente huyó despavorida por las estrechas callejas de la zona y saltó por encima de los muertos y los heridos, en una estampida que agravó las consecuencias de los ataques terroristas.

El atentado ha ocurrido días después de que el primer ministro indio, Manmohan Singh, advirtiera del peligro de nuevos ataques terroristas. Singh indicó que los servicios de inteligencia indios temían que se produjeran atentados contra objetivos económicos, religiosos e incluso nucleares en cualquier parte del país.

Malegaon, una ciudad con una importante industria textil, situada a unos 260 kilómetros al noreste de Mumbai (la antigua Bombay) está poblada mayoritariamente por musulmanes y ya ha sido escenario de otros brotes de violencia sectaria. El último en 2001, cuando 12 personas murieron en las protestas por la invasión norteamericana de Afganistán. Las autoridades la consideran una "zona sensible".

Ocho equipos policiales han sido desplegados en el lugar de las explosiones. También fue reforzada la presencia policial en Mumbai, que el pasado julio sufrió un atentado en el tren de cercanías similar a los de Madrid y Londres y en el que murieron 185 personas.