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El 'síndic' investiga las agresiones a gambianos en Sabadell

Rafael Ribó pide que se "combatan los orígenes" de las actuaciones racistas

El síndic de greuges, Rafael Ribó, envió una carta el pasado jueves al Ayuntamiento de Sabadell y a la Delegación del Gobierno en la que solicitaba información sobre la agresión que sufrió un joven gambiano, de 32 años, el pasado sábado durante la fiesta mayor. Ante el hecho de que no es la primera agresión violenta, el síndic considera que "podría no tratarse de un caso aislado" y pide "la opinión y las líneas de actuación de las dos instituciones".

La propuesta de la institución que preside Rafael Ribó es que "se estudie una posible coordinación entre los ayuntamientos, fiscalía y el Gobierno catalán para realizar acciones que ayuden a resolver estos hechos, aporten la máxima transparencia y fortalezcan las políticas de todo tipo para combatir los orígenes y las raíces que dan lugar a este tipo de agresiones". El síndic recuerda que no es la primera vez que se ocupa de hechos similares en Sabadell. Ya en 2004 se reunió con el consistorio y distintas entidades. En marzo de aquel año, el Ayuntamiento, junto con entidades, policías y sindicatos crearon el Pacto de la Convivencia para hacer frente a las agresiones violentas de grupos neonazis.

El Ayuntamiento de Sabadell asegura que el martes enviará al síndic una carta con todos los detalles sobre su actuación y precisa que se han cumplido todos los protocolos de actuación. En esa carta, recordará que "desde un primer momento la Administración municipal ha estado al lado de la víctima, ofreciéndole todo el apoyo". El Cuerpo Nacional de Policía y el consistorio reiteran que no pueden clasificar la agresión como "racista" porque la investigación sigue abierta.

En Sabadell las agresiones de neonazis empezaron a salir a la luz pública en 1999, cuando un grupo de neonazis apaleó a un joven negro de 15 años. También hubo varios ataques al Ateneu dels Insurrectes, donde se reunían grupos alternativos. En noviembre de 2001, miembros del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron a 11 personas por su presunta vinculación a agresiones de carácter racista y xenófobo en el barrio de Torreguitart, en Sabadell. Todos fueron puestos en libertad. Entre las víctimas había un joven subsahariano y otro magrebí, así como una vecina del barrio que pertenecía a la asociación de vecinos.

Más agresiones

En mayo de 2002 tres mujeres ecuatorianas fueron golpeadas e insultadas cuando estaban telefoneando desde una cabina de Castellar del Vallès. La agresión no fue a más porque los vecinos las protegieron y las acogieron en sus domicilios. En septiembre de 2003, la población de Castellar se vio sacudida por distintos episodios de violencia. En un concierto llegaron a concentrarse un centenar de neonazis con ganas de bronca. Todos los detenidos fueron puestos en libertad.

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El síndic, en 2004, intervino en otro conflicto ocurrido en Castellar. Un joven, tras recibir amenazas verbales y físicas, decidió abandonar el centro escolar, y su familia cambió de residencia. No sería el único estudiante que abandonaría el instituto por amenazas. Dos años después, en abril de 2006, un joven colombiano de 15 años, regresó a su país natal tras un calvario que duró casi un año. Nunca calló. Puso varias denuncias, la primera el 12 de mayo de 2005.

Uno de los vecinos implicados en la lucha contra estas agresiones, que preside una entidad vecinal de Sabadell, sufrió amenazas de muerte a principios de año. Al joven que le apuntó con la mano en forma de pistola le multaron con 120 euros.

Las últimas víctimas han sido un guineano, Fernando, y un gambiano, Bakari. Al primero le dieron una paliza y le rompieron un hueso de la cara dos viejos conocidos de Castellar del Vallès. Uno de ellos, Abraham Fernández, acumula 18 detenciones a sus espaldas. Nunca ha pisado la prisión. Bakari salió el jueves de la UCI, donde permaneció ingresado cuatro días con costillas rotas y perforación de pulmón. La policía busca a sus agresores.

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