Dos muertos en el incendio de un submarino nuclear ruso
Dos personas perecieron como resultado del incendio que se desató el miércoles por la noche en el submarino nuclear Daniil Moskovski, de la Flota del Norte, según informó ayer la Armada rusa. No hay peligro de contaminación radiactiva en el mar de Barents a causa del accidente, aseguró el almirante Vladímir Masorin, comandante en jefe de la Marina de Guerra rusa. Masorin explicó que, precisamente por esa razón, no habían informado del suceso a los países vecinos.
Los sistemas de seguridad funcionaron automáticamente y apagaron el incendio en la nave, que se encontraba en la superficie, al norte de la península de Ribachi. El submarino, que pertenece a la clase Shchuka, fue remolcado a la base naval de Vidiáyevo. Desde allí será enviado para repararlo, ya sea a los astilleros Nerpa, en la provincia de Múrmansk, o en la empresa Zviózdochka, su constructora, en Severodvinsk.
Masorin dijo que la serie Shchuka -que en la OTAN se conoce como Víctor III- es muy fiable, pero reconoció que el Daniil Moskovski no había pasado las reparaciones periódicas que exige su explotación. El sumergible fue construido en 1989 y seis años más tarde se le dio el nombre del santo ortodoxo Daniel de Moscú.
El submarino había participado en el rescate del Kursk, en el verano de 2000. En aquella ocasión, el accidente fue causado por la explosión de un torpedo y perecieron los 118 tripulantes del sumergible nuclear.
El Daniil Moskovski, como todos los de su serie, tiene dos reactores nucleares con una potencia conjunta de 31.000 caballos de fuerza y puede desarrollar una velocidad de 52 kilómetros por hora bajo el agua. Este tipo de sumergibles puede llevar torpedos de 533 y 650 milímetros de calibre, cohetes submarinos Shkvaly; también cohetes crucero Grant. Estos últimos pueden portar ojivas nucleares con un alcance de 3.000 kilómetros, pero desde 1989 este tipo de submarinos, en cumplimiento de un acuerdo de desarme entre Moscú y Washington, no lleva cargas atómicas.
Los activistas rusos de Greenpeace decidieron que no tiene sentido ir al lugar del accidente, al menos de momento. "Si el incendio realmente ocurrió en el compartimento electromecánico del submarino, entonces el reactor no sufrió daño alguno y no hay amenaza de contaminación", señaló la organización ecologista.
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