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El gremio de restauración pide una moratoria para las obras de la ley antitabaco

El presidente del gremio de restauración de Barcelona, Gaietà Farrás, pidió ayer a la Generalitat que, en un "ejercicio de responsabilidad política", dé más tiempo a los propietarios de bares y restaurantes de más de 100 metros cuadrados para acometer las obras que exige la ley antitabaco. Farrás afirma que muchos restauradores han realizado importantes inversiones en sus negocios para ajustarse a la ley, aunque la habilitación de zonas de fumadores está resultando "sumamente compleja".

Pese a que desde el pasado mes de enero, en que entró en vigor la ley antitabaco, Farrás insistió ayer en los criterios técnicos marcados por la Generalitat. Y aseguró que estos criterios no se hicieron públicos hasta el pasado mes de junio, "sólo dos meses antes de que expirara el periodo reconocido por la ley".

Firmas de discotecas

La patronal del ocio nocturno reclamó ayer que los bares musicales y discotecas de menos de 100 metros cuadrados no tengan prohibición legal de fumar y puedan elegir si se declaran o no espacio libre de humo. Una docena de discotecas de las cuatro provincias catalanas iniciarán mañana por la noche una recogida de firmas para pedir que la ley del tabaco equipare sus condiciones con la de los bares y restaurantes. La campaña, promovida por la Federación Catalana de Asociaciones de Actividades Recreativas Musicales (Fecasarm), durará tres semanas.

La ley establece que todas las discotecas y bares musicales, independientemente de su tamaño, están obligados a compartimentar un espacio para poder permitir fumar en su interior. "Tan difícil es para un bar musical de reducidas dimensiones habilitar una zona de fumadores del 30% de su superficie como lo es para otro bar convencional de las mismas características", señaló ayer el secretario general de Fecasarm, Joaquim Boadas. La campaña de recogida de firmas entre los clientes de los locales tiene como fin, según la federación, modificar dos artículos de la ley del tabaco que a su entender son "discriminatorios". El primero es el que permite sólo a los establecimientos de hostelería y restauración de menos de 100 metros que los clientes fumen. El segundo punto hace referencia al hecho de que, según la normativa, las zonas para fumadores no podrán ser utilizadas como tal en el intervalo de tiempo en que esté permitida la entrada a menores. Teniendo en cuenta que los jóvenes de 16 y 17 años pueden entrar en las discotecas y bares musicales durante todo el horario hábil, el resultado es que los establecimientos que han hecho obras para crear un espacio donde fumar deben prohibir la entrada de este colectivo.

La Fecasarm señala que en Cataluña el perjuicio es mayor debido a la peculiaridad de que todos los bares musicales se equiparan a las discotecas al estar ambos catalogados como actividades recreativas musicales.

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