_
_
_
_

Una madre británica pide ayuda para recuperar a su hija de 12 años, huida a Pakistán con el padre

La pregunta que apura a tantos niños, "¿a quién quieres más, a tú papá o a tú mamá?", no es un problema para esta niña de 12 años. Molly Campbell, como la llama la prensa británica, o Misbah Iram Ahmed Rana, se ha ido a Pakistán, a vivir con su padre, pese a que la custodia legal la tiene su madre, Louise Campbell. Las desavenencias por la custodia de la niña y su polémico viaje a Pakistán han llenado estos días la prensa británica, han movilizado a la policía escocesa y al Alto Comisionado Británico en Pakistán y han obligado a intervenir como mediador a un diputado laborista de origen paquistaní, Mohamed Sarwar.

La batalla por Molly-Misbah cierra un verano dominado por controversias británico-paquistaníes, desde el terrorismo hasta el cricket, y parece que puede ser ganada por goleada por el padre de la niña. Todo empezó cuando Louise Campbell denunció hace una semana la desaparición de su hija del domicilio materno. En una emocional rueda de prensa, la madre aseguró el martes que su hija había sido llevada a la fuerza a Pakistán por su padre con la intención de someterla a un matrimonio forzoso. Aparentemente, uno más de los entre 300 y 400 casos semejantes que ocurren cada año, aunque casi nunca trascienden.

Esta vez trascendió porque se trata de la hija de un matrimonio mixto. Louise se casó en 1984 con Sajed Ahmed Rana, un acaudalado inversor inmobiliario con el que tuvo cuatro hijos. La pareja se divorció en 2001 y padre e hijos se fueron a vivir a Pakistán. Un año después, Molly, la hija menor, volvió a Escocia para vivir con su madre.

Según sus hermanos, Molly se quejaba de que su madre no le dejaba contactar con su padre. Madre e hija se trasladaron a vivir a una remota localidad, Stornoway, en la isla de Lewis, en las Hébridas, y la niña se quejaba de ello cuando lograba contactar con sus hermanos. Hace una semana, Molly desapareció. Según su madre había sido secuestrada por su hermana, que se la llevó a Glasgow y desde allí voló junto a su padre a Lahore, en Pakistán, donde le esperaba un matrimonio forzoso. La policía escocesa se movilizó a petición de la madre, que tiene la custodia legal y puede exigir su retorno al Reino Unido en virtud de los acuerdos entre ambos países.

Pero Molly, mejor dicho Misbah, apareció ayer en Lahore y desmintió a su madre en una rueda de prensa. Le acompañaba el diputado Sarwar, que había viajado a Pakistán con la garantía de que podría hablar a solas con la niña. "Vine aquí por mi propia elección. Mi hermana vino a visitarme y le dije que me quería ir con ella porque no podía ver a mi familia. Quiero estar en Pakistán para siempre. Y mi nombre no es Molly, sino Misbah", explicó a la prensa. "Sé que mi madre me echará de menos pero yo echo de menos a mi familia. Si vivo con mi padre podré ver a mi madre", añadió.

El padre pedirá ahora su custodia y se ha comprometido a proveerla de un teléfono y un ordenador para que esté en contacto con la madre.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_