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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Sobrevivir a la muerte

Éste es un libro de cuando se escribía con elegancia. El austriaco Lernet-Holenia (1897-1976) no ha sido un escritor de primera línea, pero ha sido un excelente escritor en un tiempo en que la literatura centroeuropea era, en su conjunto, el no-va-más de la narración. La novela que comentamos, una novela corta según la clasificación al uso, cuenta una historia no por convencional, menos hermosa. Nos encontramos en 1915, en plena guerra. El barón Bagge, que se encontraba en Centroamérica con intención de visitar el canal de Panamá, es sorprendido por el estallido de la Primera Guerra Mundial y se apresura a regresar, alistarse en un regimiento de dragones e incorporarse de inmediato a la campaña contra Rusia. El relato comienza tiempo después, con ocasión de un lance de honor, que hace que el barón se confiese al narrador de la historia. En realidad, al confesarse con él, se convierte en el verdadero narrador y el primero se esfuma.

EL BARÓN BAGGE

Alexander Lernet-Holenia

Traducción de Alberto Luis Bixio

Siruela. Madrid, 2006

96 páginas. 13,90 euros

Una vez en acción, los 120 jinetes del escuadrón austrohúngaro de caballería que comanda el capitán Samler y al que pertenece Bagge como oficial se adentra en las líneas enemigas. "Las tropas de los vivaques de avanzada (...) contemplaban cómo cabalgábamos a la manera de tiempos ya idos, con armas y uniformes anticuados, hacia lo incierto". Avanzando sin detenerse, conducidos por un capitán enceguecido, el escuadrón llega hasta el puente sobre el río Ondawa y allí, al ser recibidos con disparos, el capitán ordena cargar. Asombrosamente, según nos relata el barón Bagge, la carga se resuelve con éxito y los rusos son tomados prisioneros.

A partir de este momento, la novela discurre por dos caminos. De una parte, asistimos a una historia de amor: Bagge es recibido en la ciudad por una muchacha que resulta ser aquella a la que su madre deseaba destinarlo como esposo. De otra, el colérico capitán Samler se obsesiona con encontrar al enemigo y comienza a enviar avanzadillas con la misión de localizarlo. En la ciudad, los habitantes, gente feliz que sólo piensa en divertirse, explica que el enemigo no existe allí, no está a la vista; mientras tanto, los exploradores cabalgan sin descanso por territorios deshabitados y silenciosos (todos los campesinos han abandonado sus tierras para refugiarse en la ciudad) en busca de un enemigo que parece haberse desvanecido. A Bagge no deja de llamarle la atención "ese singular, desmesurado afán de llevar una vida alegre que continuaba sin interrupción en la ciudad".

La asombrosa coincidencia

de hallar a la muchacha elegida antaño por su madre y la decidida actitud de ésta atrapan a Bagge. Charlotte es una criatura que le fascina, de la que queda prendado, que le entrega su amor y su virginidad. Al tiempo, la obsesión del capitán por encontrar al enemigo inexistente se convierte en una pesadilla que obliga a Bagge y a los otros oficiales a patrullar sin descanso; al fin, antes de despedirse de la ciudad para continuar hacia su destino, el barón se casa con Charlotte y, sin tiempo para celebrar su noche de bodas, se despiden. Ella le augura que nunca volverá y él jura que regresará aunque sea lo último que haga en su vida. El escuadrón parte de nuevo en busca de los ejércitos rusos y por fin llegan a un puente que, a la luz, parece de oro, tendido sobre un río que cruje como si estuviera hecho de cristales rotos en un valle estrecho y profundo. Entonces se disponen a atravesarlo y él, en un momento de lucidez se dirige a sus compañeros, les conmina a retroceder...

Éste es el relato que, veinte años más tarde, el barón, único superviviente de aquel destacamento, hace confidencialmente a quien ha sido su padrino en un duelo que no llega a consumarse; un duelo a causa de una mujer; y es el relato del barón de por qué sería completamente imposible que él volviera a ocuparse de una mujer que no fuera aquella Charlotte con la que se casó, casi literalmente, con un pie en el estribo camino de la muerte. No desvelaremos el secreto del relato, pues es beneficio del lector. Pero conviene dejar claro que esta preciosa nouvelle, dotada de una atmósfera que sólo un verdadero escritor es capaz de lograr, se desarrolla en un escenario donde la realidad y lo fantástico se encuentran reunidos con singular gracia y donde lo romántico no sólo se ciñe a la historia de amor, sino que también se manifiesta en el ambiente de una guerra que, como la de 1914-1918, empezó siéndolo a la antigua usanza, con maniobras y cargas de caballería, y acabó preludiando los Blitzkrieg de la Segunda Guerra Mundial. Parafraseando el comienzo de Tristán e Iseo, bien podríamos decir para presentar esta breve novela: "Señores ¿les gustaría leer una bella historia de amor y de muerte?".

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