En el tajo, a más de 40 grados

Una gota de sudor resbalaba como un caracol por la frente de Antonio. Este trabajador de la construcción de 35 años se resguardaba del sol ayer a la sombra de una enorme grúa. "Estamos preparando los cimientos, llevamos aquí tres o cuatro días". Antonio hablaba en medio de un enorme solar del barrio de San Lorenzo de Córdoba en el que se construirán aparcamientos y viviendas.

El calor ha sido fuerte durante la última semana de agosto en la ciudad. Las máximas no han bajado de los 40 grados centígrados. La Junta de Andalucía activó el miércoles el nivel naranja -la temperatura supera los 40 grados durante tres o cuatro días- del Plan de Prevención de Altas Temperaturas en toda la provincia. La alerta se mantenía ayer jueves y las previsiones anunciaban que el fuerte calor seguiría hasta la próxima semana.

El pasado miércoles un trabajador falleció en Posadas, al parecer por un golpe de calor

¿Cómo combatían el calor los trabajadores? "Con agua algo fresca y buscando las sombritas". Antonio forma parte del grupo encargado de las grúas de la obra del barrio de San Lorenzo. Estos días trabaja de siete de la mañana a las tres de la tarde durante estos días, como está fijado en su convenio. Pero no es el mismo horario que tienen el resto de los empleados de esta obra: encofradores, albañiles, los encargados de picar piedra, se rigen por el convenio de la construcción y la jornada reducida finalizó el último viernes de agosto. Ahora les toca trabajar, en teoría, por las mañanas y por las tardes. Pero "por las tardes es insoportable, ayer

un termómetro marcaba 48 grados a las cuatro", afirma José, el encargado de esta obra.

La provincia cordobesa fue la primera de España en la que se aplicó la jornada reducida (siete horas, sólo en horario de mañana) en este sector debido a las altas temperaturas que se registran en julio y agosto, según Juan Muñoz, responsable de Salud Laboral en la construcción de Comisiones Obreras (CCOO) en Córdoba. "Llevamos unos siete u ocho años con la jornada reducida en julio y agosto porque en la provincia el calor es tremendo en verano".

Según Muñoz, en el calendario pactado entre sindicatos y patronal para 2006 se establecieron 35 horas semanales de trabajo en horario de mañana entre el lunes 26 de junio y el viernes 25 de agosto.

Sin embargo, tanto CCOO como UGT han reclamado que se amplíe esta jornada reducida hasta mediados de septiembre. La propuesta la han lanzado después de que un trabajador de 32 años falleciera en un tajo del municipio de Posadas (Córdoba) el lunes por la tarde. La autopsia aún no se ha hecho pública. Sin embargo, los sindicatos creen que el calor fue determinante en su fallecimiento.

El calendario laboral de cada año se pacta entre la patronal y los sindicatos. El convenio de la construcción vigente estable que cada operario deberá trabajar 1.746 horas al año, al margen de las horas extras. Los representantes de los trabajadores y de los empleadores reparten ese tiempo en el calendario.

Durante la mayoría del año, trabajan 40 horas semanales: nueve de lunes a jueves para poder tener libres las tardes de los viernes. "Lo que intentamos los sindicatos es que la jornada reducida se prolongue en el tiempo, pero a los empresarios no les interesan porque, a medida que avanza el calendario, amanece más tarde y a las siete de la mañana no hay luz para trabajar", afirma Muñoz. "Esperemos que la patronal esté más receptiva en la próxima negociación", dice.

Los sindicatos convocaron el miércoles pasado una concentración en Córdoba para protestar por el trabajador fallecido en Posadas, presuntamente por un golpe de calor. Sostienen que no existía ninguna sombra para que se refugiaran los empleados y que tampoco disponían de agua fresca. "El trabajador que falleció tuvo que ir a un bar cercano a por agua", mantiene Muñoz. Los sindicatos han presentado una denuncia contra la promotora de la obra (no han conseguido averiguar el nombre de la constructora) para que se aclaren las circunstancias de esta muerte.

Al margen de este caso, los representantes de los trabajadores han pedido esta semana a los empleadores "sentido común" y que no permitan a los operarios estar bajo el sol durante las horas más duras del día.

En la obra del barrio de San Lorenzo, la cuadrilla encargada de picar y la empresa constructora han llegado a un acuerdo. "Por las tardes, ellos no trabajan al sol", afirmó José, el encargado. Los encofradores, sin embargo, sí tienen que cumplir con todas las horas estipuladas, ya que la labor que están realizando estos días es junto al muro que da algo de sombra. "La verdad es que estamos trabajando en función del sol, pero la vida vale más que la obra" afirma José.